Uno de los casos más fascinantes en la historia de lo paranormal es el del Duende de Zaragoza. En 1934 durante meses una voz maligna se comunicó y tuvo conversaciones con los residentes y visitantes de un piso en la ciudad de Zaragoza, España.
Una siniestra voz que parecía provenir de la chimenea de un horno antiguo aterrorizó y confundió a los residentes, transeúntes e incluso investigadores.
Los informes indican que la voz parecía entretenerse con el terror y la confusión que generaba. Aunque la policía como otras autoridades participaron en la investigación, no tenían idea de qué hacer para detenerlo. Como resultado, el caso se hizo famoso y a pesar de las investigaciones oficiales, nadie pudo dar una explicación lógica sobre el misterioso fenómeno.
Todo comenzó el 27 de septiembre de 1934, en el edificio de departamentos de la dirección Gascón de Gotor 2, en Zaragoza. Esa noche, Pascuala Alcocer, la criada de la familia Grijaba estaba en la cocina terminando con el lavado de los platos.
Cuando salía de la cocina para irse a la cama, escuchó una escalofriante voz llamándola por su nombre y luego echándose a reír. Aterrada, la mujer corrió hacia el dormitorio de los Grijaba y les contó angustiada lo que acababa de pasar, pero la familia no le prestó mayor interés y se olvidaron del asunto.
Unas semanas más tarde en noviembre, la voz regresó y esta vez insultaba a quien sea que entrara a la cocina. Varias autoridades locales, incluyendo a la policía, investigaron el piso para demostrar que todo se trataba de un engaño. Separaron la cocina pero no lograron hallar alguna explicación lógica del incidente, el mismo que comenzó a popularizarse en la ciudad.
Mientras tanto el caso hizo su aparición en la prensa local, nacional e incluso internacional. El caso fue cubierto además por el popular “The Times” de los Estados Unidos. Lo que hace que este caso resulte extraordinario es que la entidad tenía una voz audible.
Con el tiempo se involucró en conversaciones intrigantes y hasta algo entretenidas, las cuales fueron documentadas. La entidad se divertía propinando insultos y provocando, ésta es una de las cosas que decía la entidad:
-¡Estoy aquí cobardes, salgan de aquí bastardos!
-Policía: ¿Quién eres? ¿Por qué estás haciendo esto? ¿Quieres dinero?
–Duende: No.
-Policía: ¿Estás buscando alguna ocupación?
–Duende: No.
-Policía: ¿Entonces qué es lo que quieres hombre?
–Duende: Nada…yo no soy un hombre.
Las explicaciones oficiales sobre el caso no eran convincentes y no se hizo nada para cerrar el caso. Además, la entidad al parecer aún permanecía en dicha cocina. Uno de los informes oficiales culpó a la criada, Pascuala. Finalmente el veredicto fue que la voz era el resultado del uso de ventriloquia por parte de la mujer, incluso en los casos cuando la mujer no se encontraba en el lugar. Como consecuencia, fue despedida y regresó a su poblado.
La entidad fue escuchada por última vez una noche de diciembre del año 1934, el mensaje fue aterrador:
“¡Mataré a todos los que viven en esta casa, cobardes!”
El edificio original fue demolido hace años.
Como resultado los dueños del nuevo edificio decidieron llamarlo “Edificio Duende” para conservar el recuerdo de uno de los casos paranormales más fascinantes del siglo XX.