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coca
03/08/2017, 16:34 #10
jaume de ponts i mateu jaume de ponts i mateu está desconectado
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dicen...
Dicen algunos/as, ¡muchos/as a sabiendas que mienten, para más inri!, que nacemos buenos/as; y que, en consecuencia, el mal es, siempre, inculcado. Ya, ya..; una herejía amb tots els ets i uts para la verdadera fe. Mais..; dejemos esta línea.., ¿quieren?
Porque mi queridísima, amadísima, añoradísima abuela paterna, a.c.s., nunca usó conmigo ni la coartada ni la excusa de la fatal mordida en la manzana de adán cuando.., cuando la hacía.
Va, va, va..; ¡no me vengan con milongas! Recuerden cuando.., cuando la hacían, ¡porque podían, claro está! O cuando, rabiosamente impotentes, se consumían en su gangrena porque, por lo que fuera, no la podían hacer. Insisto: No me vengan con milongas de lo ab essentia et ab origo buenitos/as que eran. Ok?
¡ay de ustedes si no tuvieron un argos implacable como ma iaia, a.c.s., full time atentísima a cualquier siquiera mínimo gesto de su único nieto!
¿saben?; un servidor, cuando salió del internado, aún no tenía del todo claro que los pobres (los que tenían cara de pobre, vaya) eran, además, pobres (o sea: Que no tenían, literalmente, donde caerse muertos). En el internado no había chicos pobres.
Pero, ma mare, a.c.s., se negó en redondo a que ma iaia, a.c.s. (que, jamás le perdonó le obligase a sacarme del internado), me matriculase en un cole religioso y amenazó ¡con mover hilos y llevarme con ella a barcelona! Y, para entonces, la apertura de finales de los '60 había, también, traído, digamos.., amnistía para las condenadas por abandono de hogar e infidelidad consumada. Ma mare, a.c.s., que había esperado ansiosa su venganza, recuperó la patria potestad (compartida con mon pare, a.c.s.) y se dispuso, con volcánica frialdad y crudeza, a joder a ma iaia, a.c.s., en lo que sabía más podía torturarla: Yo.
Nada se haría como deseaba ma iaia, a.c.s. Y, mare, a.c.s., gozaba al máximo sabiendo que la haría claudicar siempre porque tenía un joker que hasta le ponía exhibir incluso pornográficamente: La amenaza de llevárseme. "ara ja no maneu tant, caterina; els temps han canviat; i, ja s'ha acabat que aneu de sa mare. La mare sóc jo. Aquést no és el vostre fill. A veure si us ho fiqueu al cap, val?". No me cabe la menor duda que ma iaia, a.c.s., hubiese ¡hasta matado por mí!; ¿no iba, pues, a permitir la humillara la que podía llevárseme?, ¿eh?
¡oh, no!; ¡para nada tengan en mente un insti del día cuando piensen en el lluis de peguera en el que me matriculó ma iaia, a.c.s.! Nada que ver, vaya. Un servidor, que venía del internado, se pasmaba del bajo nivel..; pero, ¡vamos..!, ya nadie hacía faltas de ortografía, por ejemplo. Insisto: Nada que ver con lo de hoy día.
Tampoco entonces había en el insti (que, por muy "público" que se proclamara, era de pago) stricto sensu pobres. Pero; sí había clarísimas diferencias: A algunos (muy pocos en mi curso, en realidad) no te los encontrabas en el club de tenis, ni en el conservatori, ni en el exclusivo repaso de la senyoreta horts, ni en las excursions y campaments del pare torras, ni en las fiestas del casino, ni tampoco tenían rol ninguno, ni de romano sin frase, en la representación anual de els pastorets. Eran, además, los que se quedaban más flipaos con mi, digamos.., cámara del tesoro. Porque.., ¿se imaginan ustedes cuánto puede atesorar un hijo único y nieto único de family con posibles con todas y todos los/as miembros de ambas ramas compitiendo cuando los regalos de cumpleaños, de santo, de nadal, etc.? Ni -salvando las distancias, of course- un faraón, vaya.
La carne es la carne... Disfrutaba enseñándoles mis joyas y disfrutaba más diciéndoles que no las tocasen no fuesen a estropearse o a mancharse y que, si acaso.., jugábamos pero tocando lo que fuera yo y sólo yo.
Ma iaia, a.c.s., como ya he dicho.., nunca me sacaba el ojo de encima.
Y, sin pensárselo dos veces, pasó al ataque.
Se alió con la senyoreta horts y con anna, su criada de tota la vida.
Cada vez que tenía que ir al cuarto de baño.., ¡me acompañaban!
Yo, ¡vamos..!, ¡me rebelé enseguida!
Anna y la senyoreta horts me remitieron a ma iaia, a.c.s. Eran órdenes terminantes de ella; así que...
Naturalmente me quejé amargamente. ¡ya no era un bebé! ¿qué era eso de que era para que no me mojara, para que supiera ponerme bien los calzoncillos, para que no me cayera y todo eso que me contaban? ¿por qué me hacía eso? Era el momento que esperaba ma iaia, a.c.s. Me miró sin parpadear y silabeó neutra y glacial (en catalán, ¡claro está!; pero traduzco, sí):
-«porque, puedo hacerlo. El cuarto de baño no es tuyo. Tú no lo has pagado. Es mío. Y, te dejo utilizarlo.., conmigo o con quien ordene delante. Es como cuando viene un pobre y le pongo la comida en la cocina. Podría quedarme delante a ver qué porque la comida es mía y no suya. No lo hago porque me fío de que no romperá ningún plato y que, si lo hace, será, sin duda, sin querer. Además..; es que me gusta que me quiera (y, no tiene ninguna obligación de hacerlo ¡por una comida!) y considero es mejor para mi buen nombre y mi fama que los mendigos que vienen a mi casa hablen, también cuando yo no esté, bien de mí. De tí no me fío tanto. Para empezar..; no veo te importe demasiado que te quieran de verdad y, peor aún, no veo te importe lo que se diga de tu casa. ¿crees que tus amigos no te agradecerían les dejases llevarse a sus casas alguno de tus juguetes o de tus álbumes de cromos o de tus 'tebeos'? No lo crees.., ¿verdad? Es por otras cosas que les dices lo que les dices.., oi? Pero, no voy a meterme en esto. ¡ya estas en bachillerato! Ya eres mayor, pues, para saber qué te interesa y qué no te interesa. A lo que íbamos: A tu abuela no le interesa que se cuchichee de que su único nieto es raro o extraño; y, como no haces para que me fíe de tí y puedo hacerlo, voy a asegurarme que, para empezar, no me hagas quedar en ridículo por cómo te comportas en el cuarto de baño...»
¡vamos si pillé..!
Cambié de actitud respecto de mi cámara del tesoro radicalmente.
¡al principio a fortiori, naturalmente!, ¡hasta rabiando, sí! Pero, había que hacer lo que fuese para volver a ir al cuarto de baño solo; comprenden.., ¿no?
Mais.., pasó el tiempo.
Y, le cogí el gusto a ser veramente querido.
Y, un día descubrí que ya no sabía actuar de otra forma. Que ya no me salía actuar de otra forma.
Para entonces, damas y caballeros, ma iaia, a.c.s., estaba ya muy enferma y, en realidad, totalmente desahuciada ya por los médicos; pero, las alturas le concedieron el gozo de su único nieto agradeciéndole sinceramente todo.
Porque, que te inculquen el bien es, en este valle de lágrimas, todo.
Y, para entonces, yo ya había comprendido que todo se lo debía a ella.
Que, repito y no me canso, lúcidamente, jamás apeló a la verdadera fe ¡con un niño! A la hora de inculcarle principia y valores.
Ella, muy catalana, me silabeaba del interés que generaba el bien.
Y, del gusto que daba practicarlo.
Argumentario, ¡como ustedes comprenderán!, infalible con un niño.
No, damas y caballeros: Para nada es el mal lo que se inculca.
El mal no necesita inculcarse.
Es lex de la carne.
Que no..; que sigue sin sin preciso acudir a la verdadera fe.
Como ya he dicho, mes amis/es, ma iaia, a.c.s., nunca lo hizo.
Siempre, en cualquier caso, a su disposición.
Jaume de ponts i mateu
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