Noticia Desarticulada banda de pedófilos en Tavernes de la Valldigna

La banda, que tienía cómplices en Tavernes, también operaba en otras ciudades de españa.

Traficaban tanto con pedofilia como con gore.


http://www.levante-emv.com/sucesos/2...s/1567781.html

«Gore farm», lo último en depravaciones sexuales
Algunos de los investigadores han sufrido problemas psicológicos por visualizar las brutales imágenes confiscadas


Tener sexo con animales, incluso aunque ello les comporte dolor, es una práctica antigua. Incluso la grabación de una tortura. Pero captar cómo se destripa a un cachorro de gato con un machete y acabar masturbándose sobre el animal agonizante sólo para procurar la excitación sexual propia y ajena no sólo da una idea sobre los integrantes del grupo detectado en València y ahora desarticulado, sino que ningún policía había descubierto antes nada parecido.

«Es un auténtico horror. Una salvajada detrás de otra», coinciden quienes han tenido acceso. «Algunos de los investigadores han sufrido incluso problemas psicológicos por el visionado de las imágenes, debido a la crudeza de las mismas», explicó ayer el capitán Millán.

Mutilaciones gratuitas, uso de los cadáveres con fines sexuales y agonías prolongadas eran una constante en las grabaciones, de cuya existencia nadie sospechaba en el entorno del detenido. Pero la especial depravación que distinguía a esta red no se limitaba a esos archivos. Además, compartían vídeos con violaciones, supuestos asesinatos, sexo explícito con bebés y de mujeres con niñas pequeñas, algo muy poco habitual.

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http://www.levante-emv.com/sucesos/2...o/1567782.html

Una red pedófila compartía vídeos de sexo con bebés y de torturas a animales
Uno de los seis detenidos, que grababa actos sexuales con cachorros mientras los mataba, ya está en prisión



No sólo formaban uno de los grupos pedófilos más extensos de cuantos nutren sus parafilias en internet, sino que los archivos que compartían contienen algunas de las imágenes y prácticas más duras y depravadas de cuantas se ha topado no sólo ya la Guardia Civil, sino el resto de policías europeas: además de los abusos y agresiones sexuales a niños de muy corta edad, habituales en estos casos, había numerosos vídeos en los que uno de los detenidos grababa las torturas salvajes que infligía a animales domésticos hasta su muerte y que completaba masturbándose sobre ellos mientras agonizaban.

La práctica, detectada en esta operación policial por primera vez, ya ha sido bautizada como gore farm por los investigadores del Equipo de Policía Judicial de Tavernes de Valldigna y del Equipo Mujer-Menor (Emume) d la Guardia Civil de València.

Fue precisamente en Tavernes donde comenzó la «operación Yot «(de toy -juguete en inglés), pero a la inversa), cuando los agentes tuvieron acceso a algunas de las imágenes, que sólo se distribuían en un círculo completamente cerrado: un grupo de Whatsapp con cerca de 300 participantes. La investigación, a la que se sumó enseguida el Emume, acabó por llevar a los agentes a seis ciudades españolas, donde fueron detenidos los presuntos pedófilos: Chantada (Lugo), Burgos, Alcorcón (Madrid), Ávila, Telde (Las Palmas de Gran Canaria) y Santa Cruz de Tenerife.

La Guardia Civil intervino miles de archivos en los seis registros domiciliarios practicados en esas ciudades, y decenas de dispositivos de almacenamiento que ya están siendo volcados por los expertos en delitos tecnológicos, para que los investigadores continúen tirando del hilo, por lo que se esperan más detenciones en los próximos meses.

Los seis acusados -cinco hombres y una mujer de entre 28 y 71 años de edad- ya han sido puestos a disposición judicial, pero sólo uno de ellos, el detenido en Chantada, ha ingresado en prisión, ya que fue él quien grabó los vídeos que alimentaban al sector gore farm de esta trama.

La juez de ese municipio lucense ordenó su encarcelamiento tras analizar el informe de la Guardia Civil y visualizar parte de las imágenes grabadas con las torturas salvajes a perros, gatos, conejos, hámsters, ratones o pollos. Incluso llegó a sugerir a otros miembros del grupo que se unieran a la producción de esos vídeos, aunque no hay constancia de que le hicieran caso. Eso sí, en numerosas ocasiones, el ahora encarcelado, de alrededor de 35 años, recibía encargos de otros miembros del grupo -varias de las demandantes eran mujeres- para que grabase nuevas imágenes extremas con animales.

Además de los de maltrato animal extremo, compartían archivos de pornografía infantil, muchas de las cuales se distinguían también por su crudeza. Los menores que aparecían en esas grabaciones tienen entre dos y 14 años y, en principio, todos los archivos habrían sido grabados fuera de España, muchos de ellos en países asiáticos, principalmente Tailandia.

De momento, no hay evidencias de que ninguno de los detenidos «haya abusado físicamente de menores» de su entorno, según explicó ayer en rueda de prensa el capitán de Policía Judicial de la Comandancia de València, José Ángel Millán, quien advirtió, no obstante, de que «la investigación no está aún cerrada del todo, por lo que pueden aparecer nuevos datos».
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Una operación y dos nombres en clave: YOT (que al revés significa Toy, juguete en inglés) y GORE FARM (gore, en referencia al género cinematográfico que recrea escenas sangrientas; y Farm, que significa granja en inglés) lo que viene a significar Granja sangrienta. Uno se puede hacer la idea de lo que va a ver u ocurrir pero como suele pasar en estos casos, la realidad siempre supera la ficción.
Ha sido más de un año de investigación, de ganarte la confianza de la gente para poco a poco ir introduciéndote en ese mundo y saber sus, por llamarle de alguna manera, gustos. Y aprender el lenguaje que utilizan, a saber cuándo puede retirarte o apostar fuerte; a buscar, tener, compartir o incluso producir lo que ellos denominan “material”. Ese material aberrante que te revuelve las tripas y te aboca al abismo de la crueldad del ser humano.
Como descargo a tu conciencia, si se puede llamar así aunque realmente lo haces para intentar proteger tu mente de lo que has visto, intentas decirte una y otra vez que por suerte, si se le puede llamar así, no hay víctimas españolas. La mayoría de las imágenes que vemos son grabadas o producidas en Tailandia y otros puntos de la geografía asiática. No por eso dejan de ser niños o de ser un delito repugnante e incalificable. Algunos solo tienen dos años. Desde bebés hasta jóvenes de 14. Increíble y asqueroso. Es la Operación YOT.
En la aldea lucense todos se conocen. El principal detenido vive solo, aislado, tiene su trabajo y cuando regresa a su caserón comparte archivos pedófilos con internautas. Cuesta entrar en su mundo, que se abra y que confíe. Cambios bruscos, trampas, todo se vale para saber si el compañero es de fiar o no. Cualquier precaución es poca en este mundo de pedofilia y parafilia.
Su retorcida mente no tiene suficiente con este tipo de desviación o depravación sexual que, además, necesita de otro escalón más basado en infligir maltrato animal mientras busca placer. Y por muy raro que parezca no está solo. Y mira que los hay que disfrutan con la zoofilia o incluso la necrofilia, pero jamás había visto cosa igual, el llegar al orgasmo, al placer humano maltratando animales.
Tengo ganas de vomitar pero él sigue explicándome cómo lo hace, cómo lo siente, cómo comparte su “material”, cómo hay gente tan retorcida que disfruta igual que él. Ya no sé de qué me sorprendo. Pero lo hago. Llega una mujer, vestida si se puede decir así, solo con tacones y medias de rejilla. Sujetador y minúsculo tanga de hilo. Todo de color negro. Se quita la ropa interior ante la cámara y ante la excitada mirada del aldeano lucense.
Da vueltas, creyéndose que lo hace de forma sensual, alrededor de una silla. Se sienta y se levanta con las piernas abiertas mostrando su sexo a los futuros depravados. Alarga la mano. En una jaula hay un hámster. Lo coge mientras en su gesto deja entrever una supuesta pierna estilizada. Coge el hámster y lo coloca en el centro de la silla. Ella se sienta encima del hámster. El depravado la mira atentamente mientras se masturba. Lentamente baja la mirada hacia el sexo de ella en cuyo centro está el hámster. Ella aprieta, se sienta cada vez con más fuerza sobre el animal. Una y otra vez, hasta que los ojos saltones del animal se quedan clavados en los del otro animal racional que sigue allí masturbándose. La mujer al final consigue su propósito: reventar al animal mientras llegan al orgasmo. Luego se refriega el animal por sus partes y lo echa. No es película. No es ficción. Es lo que había detrás de esas paredes del caserón lucense.
En la granja de fuera y tras echar un vistazo se ven restos de otros animales muertos. Se repasan los vídeos que hay en su ordenador y se ve cómo cortan a un gato por el centro y con las tripas fuera se masturban sobre él. En otra imagen le cortan el cuello y medio degollado siguen con sus depravadas conductas sexuales. Como no es un caso aislado y se repite la pauta con otros animales como conejos, perros, gatos, pollos y ratones. Aquello era la granja sangrienta, la GORE FARM que jamás había visto.
Más de trescientos usuarios de wasap comparten estas parafilias en internet, imágenes duras y crueles. La repetición de la pauta y la variedad de animales permite añadir el delito de maltrato animal para fines sexuales. Esta historia que parece ficticia sin embarho es real y pertenece a la que a principios de mes desarticuló el equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil de Tavernes de la Valldigna y que se extendió por Lugo, Burgos, Madrid, Ávila, Las Palmas y Santa Cruz. La operación no está cerrada y Europol sigue con sus pesquisas para ver a dónde iba todo ese “material”.
Hay 20.000 archivos pedófilos y de animales para visualizar. A veces incluso ocultos entre vídeos de adultos o cuando menos te lo esperas aparecen. Ahora, con el culo cuadrado de estar horas y horas en una silla mirando aberraciones sexuales, es cuando comienza la segunda fase de esta operación.
De los seis detenidos en esta operación, cinco hombres y una mujer cuyas edades oscilan entre los 28 y los 71 años de edad, solo uno ha ido a la cárcel. La jueza, al ver tal crudeza, ha dictado prisión provisional, comunicada y sin fianza. Es quien disfrutaba con el maltrato animal con fines sexuales y grababa los hechos para suministrar a la trama del Gore Farm. Tiene 35 años. Los otros cuatro y la mujer han quedado en libertad con cargos. En su declaración, el encarcelado ha dicho que a través del grupo de mensajería recibía encargos de diversas personas, varias de ellas mujeres, para que subiera y compartiera más material con animales porque les ponía esa práctica.
Simplemente vomitivo y sin calificativos suficientes.
La investigación continúa...