Los pueblos medievales más bonitos de España
Paseamos por 12 villas españolas donde el tiempo parece haberse detenido en la época medieval.
Un viaje al Medievo mejor conservado de nuestra geografía donde murallas, castillos, monasterios y palacios señoriales nos dejarán con la boca abierta.
Besalú (Gerona): magia medieval en cada rincón
Los muros de piedra de
Besalú aún están impregnados de la magia medieval que dieron origen a esta pequeña población de La Garrotxa, que
vivió su época de gloria en tiempos del conde Bernat I, entre los siglos X y XI.
Su puente de piedra sobre el río Fluviá es la tarjeta de visita de esta villa llena de encanto.
Albarracín (Teruel): un pueblo medieval lleno de pasadizos
En esta lista de los pueblos medievales más bonitos de España no podía faltar
Albarracín, en Teruel.
La difícil topografía de este pueblo,
construido sobre las faldas de una montaña y rodeado de un foso defensivo natural, le otorga aún un mayor encanto.
Su casco histórico se presenta como todo un reto para los viajeros que disfrutan caminando: escalitanas, callejuelas, pasadizos y muros irregulares forman el entramado de esta pequeña ciudad medieval con castillo incluido.
Aínsa (Huesca): tierra de moros y cristianos
Otro pueblo encantador que nos transporta a épocas pasadas es
Aínsa.
Situado a pocos pasos del
Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, Aínsa conserva un
casco histórico medieval cuyos monumentos más destacables se erigen alrededor de la porticada Plaza Mayor.
Cada dos años, el pueblo celebra la
Fiesta de la Morisma que rememora la batalla entre moros y cristianos en el siglo VIII.
Peratallada (Gerona): un pueblo con aspecto feudal del Medievo
Volvemos a Gerona para descubrir otro pequeño pueblo cuya historia está ligada indiscutiblemente a la época medieval:
Peratallada.
Este pueblo tallado en la roca conserva el antiguo aspecto feudal del
Medievo con
calles estrechas y tortuosas llenas de fachadas románica y góticas, además de un castillo.
Un pueblo lleno de encanto del que no nos podremos olvidar fácilmente.
Sigüenza (Guadalajara): un imponente castillo convertido en parador
La ciudad de
Sigüenza, en Guadalajara, alberga uno de
los castillos medievales mejor conservados de España, hoy reconvertido en
Parador Nacional.
Instalado en una alcazaba árabe, esta imponente fortificación data del año 1.123 y sirvió como residencia a obispos, cardenales y reyes.
Hoy podemos dormir en sus
aposentos reales como si viajáramos a la Edad Media.
Toledo: la ciudad de las tres culturas
Hablar de la época medieval de Toledo es hablar de tres culturas:
la hebrea, la musulmana y la cristiana.
Todas ellas lograron convivir durante la Edad Media dejando su huella en las diferentes zonas de la ciudad.
La arquitectura mudéjar es la más representativa de todas.
Merece mucho la pena
visitar Toledo con detenimiento y perderse por el entramado de sus estrechas calles.
Ávila: sus murallas medievales forman un conjunto defensivo único
Ávila es otra de las ciudades españolas con un importante legado medieval. No sólo por sus
murallas bien conservadas, que
forman uno de los grandes conjuntos defensivos del mundo, sino también por su catedral gótica y sus numerosos palacios e iglesias románicas.
Para retomar fuerzas, lo mejor es probar las
judías de Barco de Ávila, cocinadas con tocino, rabo, patata y oreja de cerdo.
Tossa de Mar (Gerona)
Calles estrechas y empinadas,
casas centenarias de piedra, un castillo y una muralla que protegía a la población de los ataques de piratas.
Así es la
Vila Vella de Tosssa del Mar, un encantador pueblo fortificado de la Edad Media que se extiende hasta el mar en el litoral de la Costa Brava.
Su muralla y su castillo con vistas al mar son dos joyas arquitectónicas casi intactas.
Ciutadella (Menorca): calles medievales y calas paradisiacas
Menorca no sólo ofrecer mar y playas paradisiacas. La isla esconde pequeños pueblos llenos de cultura e historia como
Ciutadella, con un importante legado arquitectónico.
Su centro histórico está formando por un conjunto de calles medievales en el que sobresalen numerosos
palacios, iglesias y fortalezas bien conservadas.
Como fin de nuestra visita, la ciudad ofrece algunas de las mejores calas de la isla para refrescarnos.
Cáceres: un viaje medieval que no podemos dejar pasar
El casco antiguo de
Cáceres es uno de los conjuntos urbanos medievales mejor conservados.
Declarada
Ciudad Patrimonio de la Humanidad, la ciudad extremeña invita a pasear entre sus monumentos de piedra y a retroceder varios siglos atrás.
Un viaje al pasado que no podemos dejar pasar.
Santillana del Mar (Cantabria): la villa de las tres mentiras
La gracieta popular define a Santillana del Mar como la
villa de las tres mentiras, porque no es santa, ni es llana ni tiene mar.
Lo que sí es seguro es que se trata de uno de los pueblos más bonitos de España.
Su origen nos lleva a la
Alta Edad Media, en torno a la abadía de Santa Juliana.
Es todo un placer pasear por sus calles adoquinadas flanqueadas por casonas y edificios medievales.
Ronda (Málaga): Vestigios medievales de la época nazarí
La malagueña ciudad de
Ronda esconde tras su muralla numerosos vestigios de la época del
Medievo: murallas, puertas y palacios de la época nazarí recuerdan el pasado de una de las ciudades más antiguas de nuestra geografía.
La zona donde se encuentra la
Puerta de Amocábar es el lugar donde más se palpa el espiritu medieval de las gentes que vivieron entre estos muros.
Buitrago del Lozoya (Madrid): cruce de culturas
El pueblo de Buitrago del Lozoya, situado a 75 Km. de Madrid, es uno de los 42 municipios que conforman la Sierra Norte madrileña.
Cruce de culturas, árabes, cristianos y judíos convivieron en Buitrago.
Por sus calles se descubre las señales del tiempo a lo largo de la historia desde su recinto amurallado, su iglesia gótica o el castillo de los Mendoza hasta el Museo Picasso con la colección de Eugenio Arias.