Mamá, tu hijo es un inútil

No llores más por él. La tierra es lo único agradecido para alguien que no sabe amar. Alguna flor darán sus huesos.

Mamá, tú hijo es un desgraciado que nunca quiso nada de verdad. No lo juzgues con dureza porque nunca lo entendió. Aunque leyó mil historias, nunca supo ser un héroe de novela.

Madre, tú hijo esta aquí con veintidos años. Ayer tenía deiciocho y pensaba que era alguien, mañana, tendrá cuarenta y habrá visto su vida esfumarse sin haber sentido otra cosa que indolencia.

Como dijo Iturrioz, el muchacho no tenía fuerza para vivir. No tenía actitud ni afición por la vida. Pero el muchacho se pregunta: ¿por qué debería tenerla?

El muchacho, es condescendiente, narcicista; quiere cantar más alto que el resto sin ser nadie. En efecto, el muchacho no es nadie, pero está cabreado. El muchacho grita con todas su fuerzas: ¿por qué en todas las historias hay un héroe? ¿por qué debería serlo?

Envenenado de historias desde niño, el muchacho supo ser alguien solo durante el segundo que tardó en darse cuenta del engaño; pero ya era demasiado tarde, la herida era mortal y se extiendió.

Y ahora, la cangrena lo ha podrido todo, ya nadie es nadie. Ahora, todos y todo, somos una única sopa de puro y vulgar caos en el que no cabe la esperanza. Sacos de piel y huesos. Una pérfida química del amor en nuestra cabeza, que nos engaña, nos envenena para que sigamos moviéndonos hasta que fuerza nos abandone y hayamos llegado a nuestro nivel de máximo desorden. para eso estamos, para llorar antes de poder reir, para morir en vez de vivir, para crear aleatoriedad a partir del orden. para movernos de manera ridícula y humillante hasta que nuestro cuerpo no aguante una risa más de este Dios del caos.

seguiría escribiendo para poder sacar todo lodo del pecho, pero es que mamá, tu hijo es inútil y no sabe como hacerlo. buenas noches.

Uy queque chungo te has puesto te falta navaja jajaja