Yo estuve allí. Fui a Cornellà en coche junto a mi marido y mi suegro y allí nos reunimos con mis cuñados, que habían decidido -con muy buen juicio- no llevar a los niños, porque sabíamos que sería peligroso para ellos. A mi suegro no hubo forma de convencerlo de que no viniera, a pesar de tener un pie jodido. Por eso no fuimos en moto los demás, por llevar a mi suegro. Cogimos el SEGUNDO tren de Cercanías que pasó, porque el primero iba tan petadísimo que era imposible entrar. Llegamos como sardinas en lata, fue imposible que la gente de las paradas intermedias (Sant Joan Despí y L'Hospitalet) entrase. Ya no cabía un alma en los trenes.
El tren llegó por fin a Plaça Catalunya y bajamos todos. Eran sobre las 11:20 cuando llegamos, o incluso puede que un poco antes. Fue imposible ya encontrarnos con el resto de familiares y amigos que venían de otras partes de Cataluña, como los de TErrassa. La plaza aún no estaba llena, pero la calle por la que debíamos subir en dirección a Urquinaona que es desde donde saldría la mani ya estaba colapsada. Pudimos avanzar sólo unos pocos metros por el lado de El Corte Inglés y ya fue imposible avanzar. Nos fueron llegando mensajes desde la cabecera de la mani que se fueron pasando boca a boca hacia atrás: Ya estaba lleno todo, era imposible llegar. TUvimos que hacer un pasillo como buenamente pudimos -hubo un momento de auténtica preocupación- para desalojar a dos personas mayores, uno de ellos con un golpe de calor, que llevaban en volandas. Los laterales ya eran un punto peligroso de aplastamiento. Conseguimos seguir a los que llevaban al hombre desmayado y así retroceder hasta el Corte Inglés, entrar y subir a la azotea. No cabía un alma.
Nuestros familiares de Terrassa fueron por Puerta del Ángel y tras dos horas abriéndose paso consiguieron llegar a la Plaza y escuchar parte del manifiesto que se hizo en el escenario.
No vi en todo el tiempo que estuve allí, ni en vídeos y fotos de familiares y medios, ni siquiera desde la azotea de El Corte Inglés con el zoom, una sola bandera anticonstitucional, ni un solo altercado, ni rien de rien.
Fue hermoso, admirable, histórico y, sobre todo, será efectivo
VIVA ESPAÑA Y VISCA CATALUNYA