El president, Carles Puigdemont, sigue vendiendo a Europa el proceso secesionista, que está en marcha mientras Mariano Rajoy se esconde tras el Tribunal Constitucional. El Govern ha vuelto
a pedir auxilio a la ONU, pero su plan le ha salido por la culata.
Si el pasado noviembre denunció ante Naciones Unidas y el Consejo de Europa que estaba frente a un Estado opresor y había una supuesta “persecución” judicial de cargos electos catalanes, ahora se ha dirigido a la ONU con la intención de conseguir que los organismos internacionales confieran al procés el carácter de “legal” que no le otorga la legislación española.
Sin embargo, no ha logrado que apoye dar reconocimiento internacional al referéndum ilegal que quiere celebrar el próximo 1 de octubre y el president suma así otro ridículo internacional.
La lista es larga.
Según ha anunciado el Ministerio de Asuntos Exteriores en una circular interna a la que ha tenido acceso el diario
El País, Naciones Unidas ha rechazado inscribir como observador electoral al
Diplocat, un consorcio público-privado impulsado por la Generalitat para promocionar el proceso secesionista.
El citado diario informa que la nota destaca que el Diplocat
pretende conseguir que los organismos internacionales confieran al procés el carácter de “legal” que no le otorga la legislación española.
Cuenta que para intentar lograrlo Diplocat se dirigió hace unas semanas a la División de Asistencia Electoral, dependiente del Departamento de Asuntos Políticos de Naciones Unidas, a solicitar su inclusión en la lista de observadores internacionales.
Sin embargo, la División de Procesos electorales de la ONU comunicó a la embajada de España en Naciones Unidas que habitualmente rechazaban la petición de Diplocat
“y otras organizaciones similares por entender que su objetivo real es bien distinto de la observación electoral” y que “además afecta a los intereses y la soberanía de un Estado miembro”, como es España.
Además, Exteriores indica que la ONU
“ni siquiera ha acusado recibo de la petición, para evitar el riesgo de manipulación de cualquier comunicación”.
¿Y qué es Diplocat?
Diplocat es una agencia
‘paradiplomática’ catalana dirigida por el president, Carles Puigdemont, y que tiene un Consejo Consultivo
formado por 39 personalidades para “ayudar a proyectar Cataluña al mundo”.
Según anunció el Govern el pasado noviembre, colaboran en él de manera desinteresada y durante cuatro años el futbolista Xavi Hernández, Sor Lucía Caram, la cocinera Carme Ruscalleda y Sol Daurella, presidenta de Coca-Cola European Partners, la embotelladora del refrigerio, que además es Cónsul Honoraria de Islandia en Barcelona.
La participación de esta última fue polémica y Daurella,que está casada con Carles Vilarrubí, el vicepresidente del Barça, decidió abandonar esta campaña diplomática.
Diplocat
está financiada por George Soros. El magnate húngaro, a través de su fundación Open Society Initiative for Europe, donó 27.049 dólares a esta agencia para cofinanciar una jornada
sobre la xenofobia y el euroescepticismo que tuvo lugar en Barcelona en enero de 2014, meses antes de las elecciones al Parlamento Europeo.
https://gaceta.es/espana/puigdemont-...20170726-1329/