El tema de la hiperrealidad sufrió una convulsión cuando Matrix y Neo pasaron al ideario colectivo. Lo que antes podía ser una revolución, fue una revolución programada. Y ahora son nombres a sortear en cualquier conversación (paradójicamente, como si de Neo se tratase).
Es cierto que no escapamos a nuestras circunstancias, que no debemos nada a la sociedad en la que nacemos, y que Matrix nos posee; pero también es cierto que podemos escapar a nuestras circunstancias, que cambiamos la sociedad en la que nacerán los demás, y que nosotros seremos Matrix. Toda información es cuántica, y si no lo es, está camino de serlo.
En esta tesitura, los que nos salimos del tiesto, los no abducidos, tendemos a ocupar los nichos que los no abducidos antes que nosotros ocuparon. Yo ya he conocido al que tiene el mío. Puede verse como una ley normal. Una de sabios y locos. El problema en todo esto, @
Marco Frei, es que no se nombra a la religión. Hay una idea intangible tras ella. Vedada a nosotros y a los que vendrán.
Hablas de mafia, y es una organización fractal de cualquier religión (salvo excepción).