Esta tierra está perdida más allá de toda esperanza.

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    Esta tierra está perdida más allá de toda esperanza.

    Susanne Kablitz. 10 de febrero de 2017.



    Hay un día en la vida de todo hombre en el que se convierte en alguien que está totalmente seguro de algo. Cuando está 100% seguro de que las cosas saldrán de la manera en la que nunca quiso que salieran. Tal día es, por un lado, deprimente, pero por otro, tremendamente liberador. Porque sabes que no podrás hacer nada en contra de la progresión de la historia. No importa lo que escribas, digas o hagas.

    Hace muchas décadas, Ludwig von Mises se encontraba en una situación similar. En ese momento, dijo, quería contribuir al progresismo, la previsión y la prudencia en el mundo, pero terminó convirtiéndose simplemente en "el cronista de su hundimiento".

    Esta comprensión me ha afectado profundamente y, hace mucho tiempo, me llevó a dedicarle un capítulo entero de mi novela.

    Mientras tanto, también me siento de esta manera -no importa lo que intentes: la mayoría de la gente en el mundo (al menos por las experiencias que he tenido) tienen una creencia inquebrantable en la autoridad, en el Dios que es el estado, en el culto a la culpa, a la abnegación, y están profundamente arraigados en su odio hacia sí mismos.

    No importa cuánto apuntes al hecho de que la mayoría de la gente está de camino directo al infierno -nada cambia. Sucede lo contrario. Eres insultado, ridiculizado y rechazado.

    Hace unas semanas, en un acto celebrado en Dresde sobre el culto alemán a la culpabilidad, el nacional socialista Bernd Höcke hizo algunos comentarios. Dijo, entre otras cosas: "Nosotros, los alemanes, nuestro pueblo, somos el único pueblo del mundo que erigió un monumento de la vergüenza en el corazón de nuestra capital". Y "el gobierno de Merkel se transformó en un régimen, ni el hábito ni las flores de su discurso logran una diferencia significativa entre Angela Merkel y Erich Honecker", dijo Höcke mientras el público gritaba "¡Merkel debe irse!".

    Una cosa quedó clara: inmediatamente después, llegó una tormenta de indignación. Tanto de gente de sus propias filas como desde fuera de ellas.

    Y uno se puede preguntar por qué.

    Ciertamente no soy fan de Bernd Höcke. Como todos los nacional socialistas, también quiere un Estado dominante y omnipresente. Lo quiere de manera diferente a la fracción de izquierdas de los Verdes, pero lo quiere al menos tanto como ellos. Con un Höcke en la cima, nada cambiaría a mejor. Porque también quiere el poder total. El poder que considera correcto, el poder que considera como "bueno" cuando gobierna a otras personas.
    Pero este no debería ser el tema a tratar aquí. Lo que es mucho más asombroso es la creencia de que supuestamente las personas de "clase media" e incluso de mentalidad libre inmediatamente se revuelcan en su propia culpa tan pronto como creen reconocer a un "nazi", que tiene, de una manera u otra, la audacia inexcusable de esparcir de forma un poco más equitativa los trapos sucios de los criminales de todos los regímenes y de luchar contra la eterna bajada de pantalones antes de la milenaria culpabilidad nazi bajo el mandato de Hitler y volver a algo así como una forma razonable de tratar con el pasado. "Nunca, nunca, nunca" debemos olvidarlo, escribió un conocido mío en Facebook. Otras personas apoyan con vehemencia esta mentalidad.

    La crítica hacia la locura del Holocausto alcanza emocionantes alturas -especialmente respecto al doble rasero.

    Por supuesto, no debemos relativizar lo que sucedió en Alemania hace siete décadas, tampoco todas las demás dictaduras, regímenes y gobiernos. Al igual que hubo un bombardeo en Dresde por parte de los británicos (cuando no había la menor razón para hacerlo -y en el que aproximadamente un cuarto de millón de personas, la gran mayoría de ellas indefensas, desarmadas, fueron masacradas) o los "Campos de la Muerte" en Camboya o el asesinato de personas en la antigua RDA o los asesinatos en masa en la Unión Soviética o en China o la caída de las bombas nucleares por parte de los estadounidenses, etc.

    Pero… ¿Presencia hoy tal tipo de subyugación de personas vivas debido a las acciones de personas locas en cualquier otro país? Ni en Rusia, ni en China, ni en Camboya, ni en la antigua RDA, ni especialmente en Inglaterra y América.

    Lo que es más asombroso es que, notablemente a menudo, las mismas personas que muestran la mayor indignación sobre los "nazis" son las que apoyan la afluencia masiva de personas de creencia musulmana en todos los aspectos. Estas últimas son exactamente esas personas que tienen "problemas" masivos con la creencia judía.

    Bernd Höcke frecuentemente ha hecho comentarios sobre este hecho. Como hace unas semanas, cuando expresó su preocupación de que la "negacionista del Holocausto" Ursula Haverbeck tenga que esperar consecuencias más graves que un "refugiado" que es declarado culpable de cometer un delito.

    Incluso entonces, hubo indignación. ¿Fue porque se dijo algo que "no se debía" decir (quienquiera que lo defina) o porque fue ignorado el sentido de la decencia o porque fue violada la corrección política? ¿Y qué pasa con el derecho a la libertad de expresión? ¿Eso no existe aquí? ¿O sólo de una manera limitada? ¿Y quién lo establece?

    Echemos un vistazo: ¿qué dijo el señor Höcke realmente?

    En la primera parte de su declaración, llamó la atención sobre el hecho de que el culto alemán a la culpabilidad ha alcanzado niveles histéricos. Él dijo: "Nosotros, los alemanes, nuestro pueblo, somos el único pueblo del mundo que erigió un monumento de la vergüenza en el corazón de nuestra capital".
    ¿Dónde está mal esta frase? ¿Dónde es ambigua en la medida que tengas la mente clara?

    Cuando dice que Alemania erigió un monumento de la vergüenza, es una declaración completamente diferente a decir que es una pena que este monumento se haya erigido aquí. Muchas personas probablemente no entienden esto, porque no saben nada acerca de la claridad verbal ni tienen la capacidad de diferenciarlo.

    No deja lugar a dudas cuando llama al monumento, un monumento de la vergüenza. No niega el Holocausto, ni lo relativiza. De todos modos, nunca haría tal cosa; él, como defensor de un Estado autoritario, nunca diría algo que fuera en contra de los especuladores de la historia escrita de Alemania (que se encuentra en el sentimiento de culpabilidad que se ha implantado hasta en el último rincón del cerebro de todo alemán). No se queja del estudio objetivo, supuestamente, plenamente hecho de los 12 años del Tercer Reich - no, se queja del culto a la culpabilidad. Él quiere un "orgulloso pueblo alemán" otra vez.

    Bueno, no quiero un "deutsches Volk" de nuevo, pero me gustaría ver gente orgullosa.

    Personas que no contribuyan a una culpabilidad forzada y colectivamente gobernada. Que moralmente rechacen que la gente esté siendo tratada como humanos de segunda clase por razones colectivas y no porque sea la "razón del Estado". Que entiendan la culpa como una construcción individual. No como una responsabilidad por razón de parentesco. Que no dejen que los demás los hagan sentirse culpables, sino que lo experimenten por sí mismos, si es verdaderamente real... y sólo entonces. Que no se dejen presionar, que sean auténticos y honestos y que no actúen ritualmente. Que defiendan su propia opinión, incorruptible, no la que, si no la tienes, es castigada con prisión.

    La culpa es algo personal. Reconocer la culpa es una decisión individual, una confesión individual. Algo con lo que uno tiene que vivir INDIVIDUALMENTE, cuando lo reconoce, y también cuando no lo reconoce. La culpa no es algo que pueda ser forzado a otros que no la tienen. Otros a los que se vilipendiarían como malas personas cuando no aceptan esta culpa. La gente debe recordar algo voluntariamente y después actuar acorde a eso; cuando se ven obligados a hacerlo, es falso y no tiene nada que ver con un sentimiento real, sólo con la corrección política y el doblegamiento ante el culto a la culpa.

    ¿Y qué dijo él en la segunda parte de su declaración? Bueno, dijo que un "crimen de opinión" es peor que una verdadera violación de la ley.
    Bueno, ambas afirmaciones son correctas. Y no está permitido decirlas. Y no especialmente por un Bernd Höcke. Y no porque él sea socialista, sino porque es "nacional".

    Los nacional socialistas están pasados de moda. Los internacional socialistas están de moda. Un buen ejemplo de ello es el ex presidente Barack Obama. A los internacional socialistas se les permite matar gente, se les permite hacer la guerra, se les permite violar la ley. A los nacionales no.

    Este doble rasero es asqueroso.

    Adolf Hitler era un nacional socialista, eso es lo a ellos les gusta decirnos. Pero esto no es cierto -de dos maneras. Porque Adolf Hitler quería -a medio o largo plazo- una Europa unificada. Bajo su gobierno. Una construcción bajo la cual las personas que no compartan la mentalidad del gobernante no tienen casi ninguna manera de escapar. Quienes no tienen refugio, no tienen alternativa. Quienes tienen que quedarse -y seguir.

    Los nacional socialistas no querían eso. Ellos querían una "patria". Esto es estúpido y también infantil, pero al menos todavía te da la posibilidad de buscar la felicidad en otro lugar cuando no quieras seguir con esta locura.

    Y lo único que parecía de "derechas" (en el sentido que se da en el "espectro político de izquierdas-derechas) sobre Adolf Hitler fue su fervoroso antisemitismo que se unió a un anti-americanismo maníaco. Fue su odio hacia el capitalismo, hacia los especuladores "judíos", hacia los "judíos ricos", hacia toda la "judería financiera". Fue eso exactamente lo que lo conectaba con casi todos los socialistas, es decir, con los izquierdistas. Todo lo que vivía, decía o hacía, era izquierdista. Cada poro de él estaba "izquierdista". Nunca entenderé cómo se le puede decir a los hombres racionales que Hitler era de "derechas", la única explicación que se me ocurre es el lavado total de cerebro.

    ¿Qué dijo una vez Roland Baader considerando esta conexión?

    “El socialismo es una enfermedad mental infecciosa. Los que la tienen podrán ser identificados por el hecho de que quieren establecer un sistema autoritario y piensan que hacerlo sería pura justicia, y luego tratarían a todos los que no quieren subyugarse con agresividad.”
    Hablemos también sobre la tercera declaración de Höcke. Dijo que la señora Merkel, en su comportamiento, es una reminiscencia de su padre espiritual Erich Honecker. Una vez más, una ensordecedora indignación.

    ¿Pero por qué? Ese es exactamente el caso. Es más, es aún peor.

    Empaquetadas en una supuesta democracia, las libertades del hombre están siendo expropiadas más y más cada día. La señora Merkel y su entorno están cometiendo masivas violaciones de la ley, están haciendo llamamientos para llevar a cabo denuncias, están utilizando el dinero de los contribuyentes para crear organismos gubernamentales de control de opinión en los que incluso ex empleados de la Stasi tienen altos cargos, están forzando una forma de vida en la mayoría de la población que los hace más pobres y más dependientes, y les están robando, mientras tanto, hasta el 70% de sus ingresos mensuales.

    Así que ¿por qué hay indignación?

    Mientras tanto, las personas en este país están tan desesperadas que se aferran a un Martin Schulz. Pero, ¿cuán mentalmente degenerado tiene que estar uno para hacer tal cosa? ¿Cuánto debe haber tocado fondo?

    La gente se queda con la boca desgarradoramente abierta ante la "gente estúpida" que no ofreció ninguna resistencia ante el "Tercer Reich". A pesar de que los primeros son exactamente esos que se han unido a él. Corren detrás de su "Führer", quien les prometió el mundo. Exactamente este grupo de personas está ahora lamentándose por la democracia y por lo tanto está hablando acerca de la diversidad... pero sólo quiere ambas cosas cuando las cosas van en sintonía con su mezquino punto de vista del mundo.

    Y no, no hay una "gran mente" escondida en las personas que gritan “multiculturalismo” y destruyen verbalmente a todos los que tienen una opinión diferente. Una "gran mente" debería haberse demostrado si esas personas se habían indignado por las malas acciones de Obama, Clinton y compañía. ENTONCES habría personalidad. Pero en este momento, no son más que tristes y lamentables criaturas que no tienen ni siquiera un ápice de principios morales.

    A modo de ejemplo, este señor: Michael Müller, el alcalde de la quebrada ciudad de Berlín.

    Un perdedor que, en toda su vida, no trabajó un día para generar riqueza, y sólo se le permite arruinar, finalmente, el mayor sumidero quebrado de Alemania debido a una coalición con los fascistas de los Verdes y los asesinos del Muro. Este "caballero" podría no ser capaz de diferenciar entre un muro que se utiliza para bloquear a tu propia población y un muro que debería protegerla de los delincuentes, pero esta incapacidad no le impide explicar a un presidente electo de los Estados Unidos cómo funciona el mundo. Estas morales e intelectuales situaciones embarazosas vivientes que se pueden encontrar en Alemania y se ensalzan a sí mismos y los unos a los otros como la "elite política" y se dan otras distinciones y premios (lo que, por cierto, también es una característica de todos los gobiernos socialistas y comunistas) dan simplemente vergüenza ajena.

    ¿Qué más hace falta para darse cuenta?

    Pues bien, el ahorro de los bancos y la conservación del Euro, la locura de la burocracia, la explosión de las tasas de criminalidad, el belicismo, la televisión gubernamental, los tipos impositivos récord, la proscripción de las bombillas, la revolución energética, el Estado de vigilancia, el terrorismo, el acoso a los fumadores y a los conductores y a los autónomos y empresarios, la locura del género -no hay día en que no nos enfrentemos al fracaso total de los gobiernos. Y al mismo tiempo, tenemos que presenciar y experimentar que este cáncer llamado "Estado" se está extendiendo más y más.

    ¿Y por qué sucede esto?

    Bueno, esto probablemente es debido a la forma en que la mayoría de la gente está reaccionando ante estos tiernos y pequeños "incidentes".

    Letárgica, llena de culpa, reprimida. El pueblo perfecto bajo el mando de un gobernante. Se podría decir que esta parte de la población se merece lo que se está haciendo con ellos. Porque no quieren ver los paralelismos con los acontecimientos del pasado.

    Durante mucho tiempo, he defendido una postura opuesta a la idea de que estas personas merecen su destino. Pero ya no lo hago más. Realmente tienen la culpa.

    Y esa va a ser la cuestión, de nuevo: en septiembre, la mayoría va a elegir a uno de los "grandes" partidos de nuevo, porque han sido persuadidos con éxito de que cada voto a un pequeño partido es un voto perdido y que nadie que crea en la "democracia" (por desgracia, la mayoría de este pueblo) querría perder su supuestamente valioso (pero realmente completamente inútil) voto. Casi nadie escucha cuando se les pide que analicen la "revolución energética", la "conservación del Euro" y la "crisis de los refugiados" con más cuidado. Incluso puedes publicar libros que lleguen a la conclusión perfectamente convencida y basada en los hechos, de que todos los problemas, por sí solos, ya son suficientes para destruir por completo a Alemania.

    Pero, ¿cómo reaccionan las personas?

    Incredulidad, mofas, y las etiquetas de Debbie Downer y de teórica de la conspiración. Casi nadie quiere escapar de su creencia en la omnipotencia de la propaganda gubernamental. La mayoría de la gente prefiere creer en lugar de saber. Y es por eso que se les puede decir todo tipo de cosas. Y esa es la misma gente que se tensa al hablar de la gente de los años 30 del siglo pasado. Y son quienes quieren corregir sus errores de forma retroactiva.
    Y mientras lo hacen, cometen errores aún peores.

    Porque, ¿quién le dice a estas personas que, en aquel entonces, también hubieron personas que avisaron, no sólo entonces, sobre la "opinión del Estado"? ¿Que se habían defendido a sí mismas? ¿Y que habían sido vilipendiadas y ridiculizadas por eso?

    Sin embargo, en su arrogancia moral, la gente de hoy en día no puede imaginárselo ni lo más mínimo. Porque supuestamente son mejores personas.

    ¡Qué burla!

    Un ejemplo especialmente desagradable de falso "altruismo" es la "moderna” industria del asilo político. Una organización, en su mayoría corrupta, que disfraza con éxito una actividad delictiva utilizando todo tipo de neolengua: ayuda, aquellos que buscan protección, refugiados, traumatizados, caridad, justicia social, y todos los tipos de algodón de azúcar para los cerebros.

    La verdad es que estos supuestos amigos de la humanidad sólo quieren redirigir el dinero robado, dinero ganado duramente con el trabajo honrado, a sus propios bolsillos.

    La industria de la ayuda y el asilo político es mientras tanto, y por el momento, la industria más grande de Alemania, mucho más grande que la empresa con más ingresos del índice bursátil DAX. Con tantos especuladores, no es desconcertante que el ladrón gubernamental logre reclutar a unos cuantos manifestantes de la supuesta "lucha contra la derecha", entre los explotadores. Y debido a que los alemanes tienen lavado el cerebro tan tremendamente, hay algunas personas en estas protestas que no se benefician en absoluto. Son los tontos útiles de la industria del asilo y de los políticos que van a las elecciones bajo la bandera de la "justicia social". Porque en estas dos "profesiones" están, con mucha diferencia, la mayoría de los explotadores codiciosos, con dos caras, y faltos de éticas que existen.

    ¡Y es realmente increíble!

    De nuevo, vivimos en una dictadura fascista modelada después de 1933, los nazis de hoy en día son buenistas borrachos de refugiados y asociales "antifascistas". El que dice la verdad es perseguido. Es sólo cuestión de tiempo que habrá muertos en ambos lados. El SPD [Partido Social-Demócrata de Alemania] abiertamente ha hecho un llamamiento a la violencia y quiere proporcionar al Presidente Federal, así como al Canciller Federal.

    La verdad es un panóptico que da lástima.

    Por desgracia, uno no puede evitar darse cuenta de que este país increíblemente embarazoso realmente merece su inevitable caída. Alemania está perdida. Definitivamente. Revertir esto tal vez sólo sería posible -tal vez- con acciones muy drásticas. Que NINGÚN partido es lo suficientemente valiente para llevarlas a cabo. Porque todos simplemente están pendientes de la mayoría. Pendientes de los comederos. Porque ahí, están bien cuidados. Y porque no tienen aguante para resistir una ola temporal de indignación y mantenerse firmes en sus propios principios. Siempre hay alguien que viene y habla de las próximas elecciones. Que quieres y necesitas ganar. Y que no se debe poner en peligro tus objetivos supuestamente alcanzados por lastimar al "alma del pueblo". Y en ese momento, todos ellos se venden al diablo. Y ni siquiera por un buen precio.

    Es simplemente repugnante. Que llegue pronto y que sea definitiva, porque quien no aprende de la caída anterior no ha merecido una tercera oportunidad.

    Tal vez las cosas puedan ir bien después en algún momento. Con las personas que caminan erguidas y que están seguras de sí mismas y que ya no están borrachas de Estado. Las que se han quedado en el camino son sólo las víctimas.

    Pero -espero- por lo menos que sea por una buena causa.

    ******
    Susanne Kablitz era una política libertaria alemana, publicista y propietaria de su propia editorial. Ha estado luchando por su país en múltiples frentes simultáneamente, como una verdadera patriota. Siempre había sido la verdad y la razón por lo que había estado luchando. Muchos alemanes la recuerdan por artículos y columnas ingeniosas y reflexivas sobre los desafíos políticos de Alemania, con obras como sus cartas abiertas "Sie, Frau Merkel, gehören ins Gefängnis!" (¡Usted, señora Merkel, merece la cárcel!) Y "Ein Liebesbrief an die Vergangenheit" (Una carta de amor del pasado) dirigida a un público muy difícil de manejar: los alemanes de hoy en día. El 10 de febrero, publicó su obra final - "Dieses Land ist unrettbar verloren" (Esta tierra está perdida más allá de toda esperanza) y se mató al día siguiente, después de dejar ese último mensaje a Alemania.

    Traducido de: https://voat.co/v/European/1648216
    https://voat.co/v/European/1649497
    Artículo original: https://susannekablitz.wordpress.com...tbar-verloren/
    Más información:
    https://de.wikipedia.org/wiki/Susanne_Kablitz
    http://www.misesde.org/?p=15032
    http://www.freitum.de/2017/02/ruhe-i...e-kablitz.html

  2. #2
    ForoParalelo: Miembro Avatar de lonzoballislaker
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  3. #3
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  4. #4
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    No estoy de acuerdo. Si algo hace a Alemania válida como referente contra el autoritarismo europeo es esa "culpa, culpa, culpa!" contra la que ella habla. No lo veo como "corrección política", al menos desde lejos. Aquí en España también tenemos en cierto modo esa culpa del fascismo franquista, reconocemos, y menos mal que no entramos en la guerra, que fue uno de los peores regímenes que hemos tenido. Y cada vez que lo hacemos es con una proyección teleológica, es decir, no queremos que se vuelva a repetir, porque hemos aprendido de ello.

    No veo qué tiene de malo haber aprendido de ello, si es lo mejor que pudimos hacer. Todo el discurso de Susanne es claramente finalista, permitir posturas cercanas a la xenofobia, romper la barrera moral que nos separa de repetir actitudes similares. Nadie dice que el nazismo vaya a volver (Dios nos libre), pero cuando rechazamos el nazismo es porque no lo queremos ni a él ni a ninguna de las actitudes que se integraban. Y no hay nada injusto en rechazar y condenar tanto el período como todas las atrocidades que durante él se cometieron, más bien al contrario.

    El problema de la inmigración musulmana podrá empezar a solucionarse cuando afrontemos que el impulso primario de la xenofobia no es válido, cuando entendamos que parte del infierno del que huyen muchos es culpa de occidente, cuando logremos devolver la paz a esos lugares para que ellos puedan volver y reconstruirlo todo. Todos tememos y no estamos a gusto con una Europa musulmana, pero tenemos caminos diferentes, recordar que una vez tomamos los caminos equivocados solo puede servir para no cometer de nuevo esos errores. La historia se repite, Paul Preston.

  5. #5
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    Educada crítica al buenrollismo e idiotez que se han instaurado en los gobiernos occidentales europeos. Interesante lectura, sin duda

  6. #6
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    No he leído nada de lo expuesto y me arriesgo a contestar:

    El ser humano es un experimento fallido de no sabemos quienes.
    Pero la "facción" de seres humanos más perniciosa para la creación son los judíos. más que nada porque son los más acaparadores, los más destructivos y avaros de todos los humanos jamás creados. Y no escatiman en esfuerzos para conservar su poder y su estatus económico cueste lo que cueste.

    Aparte de ser unos viciosos y oscuros seres.

    ¿Qué podemos hacer para detenerlos? Hitler lo sabía y fracasó. Ahora.... lo tenemos jodido. Pero no imposible.

  7. #7
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    nadie niega el poder de la propaganda de ese modo, pero creo que la solución sería utilizar la moda actual de que cada uno va en contra de las masas y que lo utilicen los partidos más atípicos para tener alguna representación.

  8. #8
    fire Avatar de snake fingers
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    claro, claro...zzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzz zzzzzzzz

  9. #9
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    No creo que el Estado sea malo. Creo que sencillamente no es bueno. Y esa culpa, es de quiénes lo manejan.

    Si hubo una guillotina para unos, también para otros. Eso es justicia.

  10. #10
    ForoParalelo: Miembro Avatar de The_Bavarian
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    de verdad me estás contando todo eso????

    hasta la foto he leído...

  11. #11
    𝖠𝗎𝗍𝗈𝖡𝖺𝗇𝗇𝖾𝖽 Avatar de Bob the Dog
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    @Frank Jaeger se quitó la vida un dia más tarde de que se publicara esto, con 47 años

    https://www.pi-news.net/2017/02/susa...blitz-ist-tot/

    Susanne Kablitz era un patriota, que entró con una visera abierta para Alemania y siempre dijo que su opinión. Muchos de nuestros lectores recordarán en su carta a Merkel y su determinación "Usted, señora Merkel pertenece en la cárcel!", Y su "carta de amor al pasado" permanecerá en nuestra memoria. Susanne Kablitz era un libertario, líder de la "Parte de la razón" (PDV) y un excelente autor. El sábado 11 de febrero se quitó la vida con sólo 47 años. La muerte voluntaria de una persona sobreviven desconcierto siempre el toque de desesperanza. Susanne Kablitz era un luchador, pero a veces los combatientes pierden su poder. Nuestros pensamientos están con su familia.

  12. #12
    ForoParalelo: Miembro Avatar de Empecinado
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    Me espero al laserdisc...

  13. #13
    ForoParalelo: Miembro Avatar de Pelpa87
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