CitarTu madre si que está poseída shur
Otro caso real de exorcismo (2)
Segundo caso real que cuento en FP. (Se lee en menos de cinco minutos).
Llegaron a la parroquia el padre y la hermana de una chica de diecisiete años, que llamaremos María. Tanto el padre como la hermana refirieron que María había jugado a la ouija una vez cuando tenía once años. Y que desde ese momento comenzó a no poder evitar escupir continuamente saliva por la boca y a decir que hablaba con espíritus.
El padre me aseguró que en un momento dado le había ordenado a su hija que no hiciera caso a ese espíritu. Y su hija dijo que el espíritu la había amenazado con que si no le hacía caso, le iba a hinchar un ojo. Y al momento ante la mirada atónita del padre y de la hermana, el ojo de la hija se puso hinchado como si alguien le hubiera dado un golpe.
El exorcista que les había recibido fue un poco excéptico respecto a ese último punto, pero la hermana de dieciocho años le aseguró que ella misma había sido testigo de lo que el padre acababa de decir. El padre siguió diciéndole al exorcista que las sillas comenzaron a moverse solas, como si alguien les diera un empujón violento.
Unos días más tarde, la chica quedó en el mismo estado en el que el exorcista la vió por primera vez: sin hablar, sin respodner a pregunta alguna, quedándose quieta e insensible a todo estímulo. La chica estaba como aislada dentro de si misma. Ni un paisaje, ni la TV, ni la radio, ni cualquier conversación o juego la hacían salir de ese estado de insensibilidad a todo lo que sucedía a su alrededor.
Podía quedarse horas, todo el día, sentada donde la hubieran dejado. Por eso María fue internada al poco tiempo en una casa de reposo dependiente de la Seguridad Social. En siete años, los médicos no lograron mejora alguna, no aclarándose ellos mismos si se trataba de algún tipo de esquizofrenia o de depresión.
Interrumpidos los estudios completamente, los padres vieron como la misma esperanza de los médicos de obtener algún tipo de mejoría se esfumaba. Al final, los médicos decidieron interrumpir la medicación, prescribiendo sólo tranquilizantes.
Asi que cuando llegó a la parroquia ese caso, el exorcista oró por ella sin observar ningún tipo de manifestación alguna. La chica no se movió, no dijo nada. Pero aunque el exorcista no observó ningún signo de posesión lo que le llamó la atención fue la historia corroborada por dos testigos diferentes (padre y hermana) de que todo comenzó con una sesión de espiritismo y que ambos habían sido testigos de los fenómenos relatados antes.
A eso hay que añadirle que la chica olía muy mal, como a algo podrido. Cuando el exorcista preguntó acerca de eso, le dijeron que por más que la lavaban no había forma de quitar ese olor.
Dado que existía una clara relación causa-efecto con el ocultismo, el exorcista comenzó a orar por ella ya no para discernir el caso, sino completamente para que fuera liberada de la opresión demoníaca que la tenía encadenada. Y aunque durante dos sesiones que el sacerdote oró no se produjo ninguna manifestación alguna, sino que continuaba en ese perfecto estado de insensibilidad y de desconexión del mundo exterior, sin embargo comenzó a mejorar.
Después de seis años en ese estado, el padre vió con alivio que ya tras la primera vez que se oró por ella, después en el coche, de vuelta a su casa, comenzó a hablar con sus familiares.
El mayor problema al que se enfrentaban era la distancia, vivían a unas cuatro horas, asi que tras la tercera sesión el exorcista la exorcizó a distancia. La chica siguió experimentando una clara mejoría, la primera en seis años. Pero debido a la distancia el exorcista les dijo que era necesario que encontraran a un exorcista en su propia diócesis para que siguiera mejorando cada día más.
Por todo lo dicho y por la mejoría inmediata que experimentó con las oraciones, el exorcista admitió que el poseso puede ser furioso, pero también puede quedar completamente atado por un espíritu que lo reduzca a quedarse quieto en un rincón y no moverse. En esos casos, mas que poseer el cuerpo, lo que hace el espíritu es atar la mente de una forma tan perfecta que la vida queda interrumpida.
¿Cuántos casos como el de ella habría internados en hospitales o arrinconados en sus casas, atendidos por unos padres hartos de alimentar a una especie de vegetal? No se sabe. Lo cierto que que sólo en aquellos casos en los que la relación causa-efecto (es decir, práctica del ocultismo-aparición de la enfermedad) fuera evidente, podríamos estar seguros de la existencia de algo más que una enfermedad.
Última edición por El Exorcista; 25/06/2019 a las 01:03
Tu madre si que está poseída shur
resumen
Acordaos, ¡oh piadosísima Virgen María!, que jamás se ha oído decir que ninguno
de los que han acudido a vuestra protección, implorando vuestro auxilio, haya sido
desamparado. Animado por esta confianza, a Vos acudo, oh Madre, Virgen de las
vírgenes, y gimiendo bajo el peso de mis pecados me atrevo a comparecer ante Vos.
Oh madre de Dios, no desechéis mis súplicas, antes bien, escuchadlas
y acogedlas benignamente. Amén.
Otro subnormal a ignorados.
Iniciado por Jimmyjazz1984
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A mi no me vengas con brujerías, que soy ateo.
No te insulto más porque tengo que ir a colgar los ajos a la puerta y a echar sal en la puerta de mi habitación, ok?
@El Exorcista: aprovecho tu interesante post para relatar unos hechos insolitos que me ocurrieron siendo un niño de 8 años. Eramos una familia numerosa de 12 hermanos, mi padre, mi madre, una abuela, una tia soltera que estaba loca y la tenian encerrada en el desván, y un primo cuya madre ejercía de prostituta en la ciudad y dejó el hijo a nuestro cargo.
Pues resulta que en la casa familiar habia un pozo en el patio de estos que se saca agua con un cubo y una cuerda. Y un dia de verano estaba yo jugando cerca del pozo y oigo un burbujeo de agua y salir pompas del pozo, como esas pompas de jabon con destellos multicolor muy bonitos. Me acerco, y me asomo al pozo, y veo flotar en el agua una tabla oscura, con filos dorados y unas letras dibujadas en semicirculo. Consigo sacarla con el cubo atado a la cuerda, y me la llevé a mi habitacion. Yo no sabia que era una ouija, la puse encima de la cama y una araña bajó del techo colgada de su hilo de seda y se posó sobre la tabla, luego se puso a pasear por las letras, completando la palabra "lucifer". Yo ni idea de que significaba, las clases de catequesis me las pasaba mirando las musarañas. Lo que yo a esa edad de 8 años estaba pensando era en arrancarle las patas a la araña una a una, pero en lugar de eso la cogí y me la comí. Me tiendo en la cama a descansar y de pronto noto que me elevo, y me quedo suspendido en el aire. Solo estaba sorprendido, no asustado. Luego veo que en el techo se empieza a formar un agujero negro del que sale una cabeza de un señor muy feo con cuernos de chivo, y pensé: "vaya rollo, yo voy a ir a darle la brasa a la mama para que me de para chuches". Me incorporé, me bajé al suelo y deje allí al tio feo murmurando no se qué en no se qué idioma. Bajando las escaleras hasta el comedor, noté que la cabeza me estaba dando vueltas en círculo sobre los hombros, me la sujeté, me la puse en su sitio, y pensé para mi: "ya no vuelvo a comer arañas, donde se pongan las chuches y los gusanitos..."
Eso fue todo, hasta el dia de hoy. Lo unico que de mayor me aficioné a comer otro tipo de gusanitos, y a ninguno le hacia ascos. Pero eso si te parece, ya te lo cuento otro día.
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Si alguna vez vuelves y te animas a preguntar algo mas serio, por mi encantado, me he reído con tu historia.
tema serio, recordad
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