Iniciado por
Catodus
Nunca olvidaré las tardes de verano en los parques con las litronas y los porritos que caían como pan caliente.Nunca faltaba la moto de alguno que había que carburar y se la terminábamos de joder tocando todo lo que no debíamos.
Como es lógico siempre rodeado de chorbas calenturientas con sus mallas marcando todo lo buenamente enseñable a las 16:00 y con un solazo que pegaba sin piedad.
Yo en ese momento era el que más cash disponía (ahora soy un mierda) calzaba buena moto y me las llevaba de cajón, además de ser un tío con gran porte y labia, lo cual, me hacía tener aún más éxito entre las barriobajeras que frecuentaban el parque.
Surje la idea de irnos a la piscina todos, no tardando en haber consenso para aprobar la petición.
Ya allí luciendo mi tableta de abdominales trabajada en el templo desde los 14, se me puso al lado una golfita (con novio) llamada Vanesa. Todo en su sitio y con un 95 copa-C y con fama de ser una buena afiladora de sables.
Como soy un tío muy seguro de mi mismo, no tardé en fijarla como objetivo follable a corto plazo y saque mi artillería de seducción a relucir. Ya sabéis.. Vane dame un masajito con crema que me voy a quemar, si me das un masaje te hago yo otro a tí... Enseguida comenzaron los toqueteos y jijijajas. No tardé en percatarme que su sistema reproductivo había comenzando a segregar fluidos de lubricación para poder ser penetrada con total placer sin necesidad de geles extraños. Como os digo, mis ojos podían ver cómo por el lado del bikini por la entrepierna le caían gotitas.
Como buen alfa que soy, decidí hacerme de rogar y le dije a los colegas de irnos a bañar. Tenia la polla como la vara de un pastor y tuve que hacer la maniobra de subirmela y enganchar el prepucio con el bañador para bajar la empalmada e intentar disimular.
Deje a Vane ahí mientras oía a las demás brujas de fondo: mírala que golfa... con novio y magreando con otro. Ya verás como se enteré el pobre chaval.
La verdad es que mientras me hacía el masaje me contaba que el novio no le daba la atención que merecía y yo pues estaba dispuesto a darle todo lo necesario.
Llamada de urgencia: Luego sigo que tengo que atender a un paciente.