ya no hay huelgas como las de antes

si la gente que participa de una manifestación se dedicara a hacer daño económico y sangre, con el consiguiente problema penal, entonces quizás sí que fuera posible que hubiese cambios. Las huelgas sólo dan resultados cuando no hay servicios mínimos y se perjudica económicamente. Cuando hay cortes de carretera, cuando los empresarios reciben amenazas y cóckteles molotov en sus domicilios. Entonces, y si además ayuda la mafia, se dan resultados. Como la famosa película de FIST.

Las huelgas y manifestaciones, tal y como están planteadas, sólo sirven para el desahogo de la peña. El desahogo es perder fuerzas para nada. La constitución reconoce el derecho sobre la base de hacerlo inefectivo. La constitución se hace con bazoka casero y tirachinas con lanzamiento de rodamientos.

Ayer escuché una conferencia sobre los desmanes del poder judicial. A la salida se vendía el libro. Cualquier tema del que tratemos tiene dos componentes: el tema en sí mismo y el negocio del tema. Cuando alguien ya tiene dinero, el tema deja de ser interesante. El sentido de la vida, ya que tiende a acabarse, es disfrutar y santas pascuas. Lo que significa que los temas son interesantes en la medida que empoderen. Por eso mismo las manifestaciones y huelgas funcionan en la medida que hagan daño, y no en la que instruyan con la queja a la sensibilidad de nadie. El que quisiera cambiar las cosas no puede. Al que puede no le conviene.