un besillo en el frenillo
que sea de bécquer porfa
La oración del ateo, de don Miguel de Unamuno y Jugo:El mensaje está oculto porque el usuario está en tu lista de ignorados.
Oye mi ruego Tú, Dios que no existes,
y en tu nada recoge estas mis quejas,
Tú que a los pobres hombres nunca dejas
sin consuelo de engaño. No resistes
a nuestro ruego y nuestro anhelo vistes.
Cuando Tú de mi mente más te alejas,
más recuerdo las plácidas consejas
con que mi ama endulzóme noches tristes.
¡Qué grande eres, mi Dios! Eres tan grande
que no eres sino Idea; es muy angosta
la realidad por mucho que se expande
para abarcarte. Sufro yo a tu costa,
Dios no existente, pues si Tú existieras
existiría yo también de veras.
Las tres hijas del capitán, de Pick:El mensaje está oculto porque el usuario está en tu lista de ignorados.
Era muy viejo el capitán, y viudo
y tres hijas guapísimas tenía;
tres silbatos, a modo de saludo,
les mandaba el vapor cuando salía.
Desde el balcón que sobre el muelle daba
trazaban sus pañuelos mil adioses
y el viejo capitán disimulaba
su emoción entre gritos y entre toses.
El capitán murió… Tierra extranjera
cayó sobre su carne aventurera,
festín de las voraces sabandijas…
Y yo sentí un amargo desconsuelo
al pensar que ya nunca las tres hijas
nos dirían adiós con el pañuelo.
España en marcha, de Gabriel Celaya:El mensaje está oculto porque el usuario está en tu lista de ignorados.
Nosotros somos quien somos.
¡Basta de Historia y de cuentos!
¡Allá los muertos! Que entierren como Dios manda a sus muertos.
Ni vivimos del pasado,
ni damos cuerda al recuerdo.
Somos, turbia y fresca, un agua que atropella sus comienzos.
Somos el ser que se crece.
Somos un río derecho.
Somos el golpe temible de un corazón no resuelto.
Somos bárbaros, sencillos.
Somos a muerte lo ibero
que aún nunca logró mostrarse puro, entero y verdadero.
De cuanto fue nos nutrimos,
transformándonos crecemos
y así somos quienes somos golpe a golpe y muerto a muerto.
¡A la calle! que ya es hora
de pasearnos a cuerpo
y mostrar que, pues vivimos, anunciamos algo nuevo.
No reniego de mi origen
pero digo que seremos
mucho más que lo sabido, los factores de un comienzo.
Españoles con futuro
y españoles que, por serlo,
aunque encarnan lo pasado no pueden darlo por bueno.
Recuerdo nuestros errores
con mala saña y buen viento.
Ira y luz, padre de España, vuelvo a arrancarte del sueño.
Vuelvo a decirte quién eres.
Vuelvo a pensarte, suspenso.
Vuelvo a luchar como importa y a empezar por lo que empiezo.
No quiero justificarte
como haría un leguleyo,
Quisiera ser un poeta y escribir tu primer verso.
España mía, combate
que atormentas mis adentros,
para salvarme y salvarte, con amor te deletreo.
Unamuno, Celaya y Pick. ¿Antología de poetas norteños?El mensaje está oculto porque el usuario está en tu lista de ignorados.
Miré los muros de la patria mía, de don Francisco de Quevedo:El mensaje está oculto porque el usuario está en tu lista de ignorados.
Miré los muros de la patria mía,
si un tiempo fuertes ya desmoronados
de la carrera de la edad cansados
por quien caduca ya su valentía.
Salime al campo: vi que el sol bebía
los arroyos del hielo desatados,
y del monte quejosos los ganados
que con sombras hurtó su luz al día.
Entré en mi casa: vi que amancillada
de anciana habitación era despojos,
mi báculo más corvo y menos fuerte.
Vencida de la edad sentí mi espada,
y no hallé cosa en que poner los ojos
que no fuese recuerdo de la muerte.
Y seguimos para póquer, porque Quevedo era de sangre montañesa.El mensaje está oculto porque el usuario está en tu lista de ignorados.
El mensaje está oculto porque el usuario está en tu lista de ignorados.
cinco
A las estrellas, de Calderón de la Barca:El mensaje está oculto porque el usuario está en tu lista de ignorados.
Esos rasgos de luz, esas centellas
que cobran con amagos superiores
alimentos del sol en resplandores,
aquello viven, si se duelen dellas.
Flores nocturnas son; aunque tan bellas,
efímeras padecen sus ardores;
pues si un día es el siglo de las flores,
una noche es la edad de las estrellas.
De esa, pues, primavera fugitiva,
ya nuestro mal, ya nuestro bien se infiere;
registro es nuestro, o muera el sol o viva.
¿Qué duración habrá que el hombre espere,
o qué mudanza habrá que no reciba
de astro que cada noche nace y muere.
El mendigo, de José de Espronceda:El mensaje está oculto porque el usuario está en tu lista de ignorados.
Mío es el mundo: como el aire libre,
otros trabajan porque coma yo;
todos se ablandan si doliente pido
una limosna por amor de Dios.
El palacio, la cabaña
son mi asilo,
si del ábrego el furor
troncha el roble en la montaña,
o que inunda la campaña
El torrente asolador.
Y a la hoguera
me hacen lado
los pastores
con amor.
Y sin pena
y descuidado
de su cena
ceno yo,
o en la rica
chimenea,
que recrea
con su olor,
me regalo
codicioso
del banquete
suntüoso
con las sobras
de un señor.
Y me digo: el viento brama,
caiga furioso turbión;
que al son que cruje de la seca leña,
libre me duermo sin rencor ni amor.
Mío es el mundo como el aire libre...
Todos son mis bienhechores,
y por todos
a Dios ruego con fervor;
de villanos y señores
yo recibo los favores
sin estima y sin amor.
Ni pregunto
quiénes sean,
ni me obligo
a agradecer;
que mis rezos
si desean,
dar limosna
es un deber.
Y es pecado
la riqueza:
la pobreza
santidad:
Dios a veces
es mendigo,
y al avaro
da castigo,
que le niegue
caridad.
Yo soy pobre y se lastiman
todos al verme plañir,
sin ver son mías sus riquezas todas,
qué mina inagotable es el pedir.
Mío es el mundo: como el aire libre...
Mal revuelto y andrajoso,
entre harapos
del lujo sátira soy,
y con mi aspecto asqueroso
me vengo del poderoso,
y a donde va, tras él voy.
Y a la hermosa
que respira
cien perfumes,
gala, amor,
la persigo
hasta que mira,
y me gozo
cuando aspira
mi punzante
mal olor.
Y las fiestas
y el contento
con mi acento
turbo yo,
y en la bulla
y la alegría
interrumpen
la armonía
mis harapos
y mi voz:
Mostrando cuán cerca habitan
el gozo y el padecer,
que no hay placer sin lágrimas, ni pena
que no traspire en medio del placer.
Mío es el mundo; como el aire libre...
Y para mí no hay mañana,
ni hay ayer;
olvido el bien como el mal,
nada me aflige ni afana;
me es igual para mañana
un palacio, un hospital.
Vivo ajeno
de memorias,
de cuidados
libre estoy;
busquen otros
oro y glorias,
yo no pienso
sino en hoy.
Y do quiera
vayan leyes,
quiten reyes,
reyes den;
yo soy pobre,
y al mendigo,
por el miedo
del castigo,
todos hacen
siempre bien.
Y un asilo donde quiera
y un lecho en el hospital
siempre hallaré, y un hoyo donde caiga
mi cuerpo miserable al espirar.
Mío es el mundo: como el aire libre,
otros trabajan porque coma yo;
todos se ablandan, si doliente pido
una limosna por amor de Dios.
El mensaje está oculto porque el usuario está en tu lista de ignorados.
If, de Rudyard Kipling (traducción que utilizaron para un pedazo de anuncio de Repsol, hace más de diez años):El mensaje está oculto porque el usuario está en tu lista de ignorados.
Si puedes mantener la cabeza sobre los hombros cuando otros la pierden y te cargan su culpa,
Si confías en ti mismo aún cuando todos de ti dudan, pero aún así tomas en cuenta sus dudas,
Si puedes soñar y no hacer de tus sueños tu guía,
Si puedes pensar sin hacer de tus pensamientos tu meta,
Si triunfo y derrota se cruzan en tu camino y tratas de igual manera a ambos impostores,
Si puedes hacer un montón con todas tus victorias,
Si puedes arrojarlas al capricho del azar, y perder, y remontarte de nuevo a tus comienzos sin que salga de tus labios una queja,
Si logras que tus nervios y el corazón sean tu fiel compañero, y resistir, aunque tus fuerzas se vean menguadas, con la única ayuda de la voluntad que dice: “adelante”,
Si ante la multitud das a la virtud abrigo,
Si aún marchando con reyes guardas tu sencillez,
Si no pueden herirte ni amigos ni enemigos,
Si todos te reclaman y ninguno te precisa,
Si puedes rellenar un implacable minuto con 60 segundos de combate bravío,
Tuya es la tierra y sus codiciados frutos,
Y lo que es más: serás un hombre, hijo mío.
Bueno, no es un poema. Pero ahí te va una cantiga.El mensaje está oculto porque el usuario está en tu lista de ignorados.
Traducción al castellano de la cantiga número 100, de Alfonso X:
Santa María, estrella del día, muéstranos la vía para Dios y guíanos.
Porque haces ver a los errados que se perdieron por sus pecados, y les haces entender que son culpables; pero que Tú los perdonas de la osadía que les hacía hacer locuras que no debieran.
Santa María, estrella del día, muéstranos la vía para Dios y guíanos.
Debes mostrarnos el camino para ganar por todos modos la luz sin par y verdadera que sólo Tú puedes darnos; porque a Ti Dios te lo concedería y querría dárnosla por Ti, y nos la daría.
Santa María, estrella del día,muéstranos la vía para Dios y guíanos.
Tu juicio puede guiarnos, más que en nada, al Paraíso donde Dios tiene siempre gozo y sonrisa para quien quiso creer en Él; y me placería, si a Ti te place,que fuese mi alma en tu compañía.
Santa María, estrella del día,muéstranos la vía para Dios y guíanos.
A ver si adivinas de quién es esta?El mensaje está oculto porque el usuario está en tu lista de ignorados.
Tú me quieres alba,
me quieres de espumas,
me quieres de nácar.
Que sea azucena
Sobre todas, casta.
De perfume tenue.
Corola cerrada .
Ni un rayo de luna
filtrado me haya.
Ni una margarita
se diga mi hermana.
Tú me quieres nívea,
tú me quieres blanca,
tú me quieres alba.
Tú que hubiste todas
las copas a mano,
de frutos y mieles
los labios morados.
Tú que en el banquete
cubierto de pámpanos
dejaste las carnes
festejando a Baco.
Tú que en los jardines
negros del Engaño
vestido de rojo
corriste al Estrago.
Tú que el esqueleto
conservas intacto
no sé todavía
por cuáles milagros,
me pretendes blanca
(Dios te lo perdone),
me pretendes casta
(Dios te lo perdone),
¡me pretendes alba!
Huye hacia los bosques,
vete a la montaña;
límpiate la boca;
vive en las cabañas;
toca con las manos
la tierra mojada;
alimenta el cuerpo
con raíz amarga;
bebe de las rocas;
duerme sobre escarcha;
renueva tejidos
con salitre y agua:
Habla con los pájaros
y lévate al alba.
Y cuando las carnes
te sean tornadas,
y cuando hayas puesto
en ellas el alma
que por las alcobas
se quedó enredada,
entonces, buen hombre,
preténdeme blanca,
preténdeme nívea,
preténdeme casta.
Lo desconozco, así que digo Mercedes Sosa.El mensaje está oculto porque el usuario está en tu lista de ignorados.
Balada de los vascos nobles, de Jon Mirande:
Son anchos de cuerpo, ágiles,
se cubren con boina,
hablan vasco y creen en Dios,
voz nasal —por lo grande—,
son muy, muy honrados,
y se creen hidalgos ...
...Aunque sus maneras sean de villano.
(Que el dios Ortzi me libre
de parecerme a ellos).
En un principio vivían en las tinieblas.
Pero de lo alto llegó la luz a Euskadi:
Dios y Ley Ancestral.
Ahora viven iluminados
iluminados y honradamente
como buenos demócratas.
(Que el dios Ortzi me libre
de iluminarme como ellos).
Tienen una gran cultura,
de cuentos, refranes y nanas,
entienden de política,
pelota, baile, villancicos
y púdicos cantos.
Incluso saben leer el misal.
(Que el dios Ortzi me libre
de leer como ellos).
Saben multiplicar
y se enriquecen en América;
pero también allí son honrados,
se reunen en las sociedades patrióticas,
aunque más a menudo
se reúnen en la iglesia.
(Que el dios Ortzi me libre
De enriquecerme como ellos).
Se casan formalmente
con la bendición
del cura o del alcalde
—porque su gusto es
de lo bueno lo mejor—
con muchachas virtuosas.
(Que el Dios Ortzi me libre
de casarme como ellos).
Se me olvidaba
alabar en estos versos
su nacional vestimenta,
la camisa blanca
que lucen los domingos,
acaso tan limpia como su corazón.
(Que el dios Ortzi me libre
de ser tan limpio como ellos)
POSTDATA:
Del mismo modo que tú, Javhe,
eres el Señor de los vascos
como lo fuiste de los judíos,
que Ortzi impida,
suceda lo que me suceda,
que me haga tan honrado como ellos.
Lo que puede el dinero, del Arcipreste de Hita:El mensaje está oculto porque el usuario está en tu lista de ignorados.
Mucho faz' el dinero, mucho es de amar:
al torpe faze bueno e ome de prestar,
faze correr al coxo e al mudo fablar,
el que non tiene manos, dyneros quier' tomar.
Sea un ome nesçio e rudo labrador,
los dyneros le fazen fidalgo e sabydor,
quanto más algo tiene, tanto es de más valor;
el que non ha dineros, non es de sy señor.
Sy tovyeres dyneros, avrás consolaçión,
plazer e alegría e del papa ración,
comprarás parayso, ganarás salvaçión:
do son muchos dineros, es mucha bendiçión.
Yo vy allá en Roma, do es la santidat,
que todos al dinero fazianl' omilidat,
grand onrra le fazían con grand solenidat:
todos a él se omillan como a la magestat.
Ffazíe muchos priores, obispos e abbades,
arçobispos, dotores, patriarcas, potestades,
e muchos clérigos nesçios dávales denidades.
Ffacie verdat mentiras e mentiras verdades.
Ffazíe muchos clérigos e muchos ordenados,
muchos monges e mongas, rreligiosos sagrados:
el dinero les dava por byen esaminados;
a los pobres dezían que non eran letrados.
Dava muchos juyzios, mucha mala sentencia:
con malos abogados era su mantenençia,
en tener malos pleitos e fer mal' abenencia;
en cabo por dineros avya penitençia.
El dinero quebranta las cadenas dañosas,
tyra çepos e grillos, presiones peligrosas;
al que non da dineros, échanle las esposas:
por todo el mundo faze cosas maravillosas.
Vy fazer maravillas a do él mucho usava:
muchos meresçían muerte, que la vida les dava;
otros eran syn culpa, que luego los matava:
muchas almas perdía; muchas almas salvava.
Faze perder al pobre su casa e su vyña;
sus muebles e rayces todo lo desalyña,
por todo el mundo cunde su sarna e su tyña,
do el dinero juzga, ally el ojo guiña.
Él faze cavalleros de neçios aldeanos,
condes e ricos omes de algunos vyllanos;
con el dinero andan todos omes loçanos,
quantos son en el mundo, le besan oy las manos.
Vy tener al dinero las mayores moradas,
altas e muy costosas, fermosas e pyntadas,
castillos, heredades, villas entorreadas:
al dinero servían e suyas eran conpradas.
Comía munchos manjares de diversas naturas,
vistía nobles paños, doradas vestiduras,
traya joyas preçiosas en vyçios e folguras,
guarnimientos estraños, nobles cavalgaduras.
Yo vi a muchos monges en sus predicaçiones
denostar al dinero e a sus temptaçiones;
en cabo, por dyneros otorgan los perdones,
asuelven los ayunos e fazen oraçiones.
Peroque lo denuestan los monges por las plaças,
guárdanlo en convento en vasos e en taças:
con el dinero cunplen sus menguas e sus raças:
más condedijos tiene que tordos nin picaças.
Monges, clérigos e frayres, que aman a Dios servir,
sy varruntan que el rrico está para moryr,
quando oyen sus dineros, que comyençan rreteñir,
quál dellos lo levará, comyençan a reñir.
Como quier que los faryres non toman los dineros,
bien les dan de la çeja do son sus parçioneros;
luego los toman prestos sus omes despenseros:
pues que se dizen pobres, ¿qué quieren thessoreros?
Ally están esperando quál avrá el rrico tuero:
non es muerto e ya dizen pater noster, ¡mal agüero!
Como los cuervos al asno, quando le tiran el cuero:
"cras nos lo levaremos, ca nuestro es por fuero".
Toda muger del mundo e dueña de alteza
págese del dinero e de mucha riqueza:
yo nunca vy fermosa que qisyese pobreza:
do son muchos dineros, y es mucha nobleza.
El dinero es alcalle e juez mucho loado,
éste es consejero e sotil abogado,
Aguaçil e meryno, byen ardit, esforçado:
de todos los ofiçios es muy apoderado.
En suma te lo digo, tómalo tú mejor:
el dinero, del mundo es grand rrebolvedor,
señor faze del syervo e del siervo señor,
toda cosa del siglo se faze por su amor.
Por dineros se muda el mundo a su manera,
toda muger, codiçiosa del algo, es falaguera.
Por joyas e dineros salyrá de carrera:
el dinero quiebra peñas, fyende dura madera.
Derrueca fuerte muro e derriba grant torre,
a coyta e a grand priessa el dinero acorre,
non ha syervo cativo, que'l dinero non l'aforre:
el que non tyene que dar, su cavallo non corre.
Las cosas que son graves fázelas de lygero:
por ende a tu vieja sé franco e llenero,
que poco o que mucho, non vaya syn logrero:
non me pago de juguetes, do non anda dinero.
Sy algo non le dyeres, cosa mucha nin poca,
sey franco de palabra, non le digas razón loca:
quien no tiene miel en orça, téngala en la boca:
mercader que esto faze, byen vende e byen troca.
Sy sabes estrumentos byen tañer e tocar,
sy sabes e avienes, en fermoso cantar,
a las vegadas, poco, en onesto lugar,
do la muger te oya, non dexes de provar.
Sy una cosa sola a la muger non muda,
muchas cosas juntadas façerte han ayuda:
desque lo oye la dueña, mucho en ello cuyda,
non puede ser que a tiempo a byen non te rrecuda.
Con una flaca cuerda non alçarás grand tranca,
nin por un solo "¡harre!" non corre bestia manca,
a la peña pesada non mueve una palanca;
con cuños e almadanas poco a poco s'arranca.
Prueva fazer lygerezas e fazer balentía:
quier lo vea o non, saberlo ha algund día;
non será tan esquiva, que non ayas mejoría:
non cansses de seguirla, vençerás su porfía.
El que la mucho sigue, el que la mucho usa,
en el coraçón lo tiene, maguer se le escusa;
peroque todo el mundo por esto le acusa,
en este cuyda syenpre, por este faz' la musa.
Quanto es más sosañada, quanto es más corrida,
quanto es más por ome magada e ferida,
tanto más por él anda muerta, loca perdida:
non cuyda ver la ora que con él sea yda.
Cuyda la madre cara que por la sosañar,
por correrla e ferirla e por la denostar,
que por ende será casta e la fará estar;
estos son aguijones que la fazen saltar.
Devíe pensar su madre, quando era donçella,
que su madre non quedava de ferirla e corrella,
que más la ençendíe; pues devía por ella
juzgar todas las otras e a su fija bella.
Toda muger nasçida es fecha de tal massa:
lo que más le defienden, aquello ante passa,
aquello la ençiende, aquello la traspassa;
do non es tan seguida, anda floxa e lasa.
A toda cosa brava gran tienpo lo amanssa:
la çierva montesyna mucho segida canssa,
caçador, que la sigue, tómala quando descanssa:
la dueña mucho brava usando se faz' manssa.
Por una vez del día, que el ome gelo pida,
çient vegadas, de noche, de amor es rrequerida:
doña Venus gelo pide por él toda su vyda,
en lo que 'l mucho piden anda muy ençendida.
Muy blanda es el agua; mas dando en piedra dura,
muchas vegadas dando faze grand cavadura;
por grand uso el rrudo sabe grande letura:
muger mucho seguida olvida la cordura.
Guárdete non te enbuelvas con la casamentera,
donear non la quieras, ca es una manera,
que perder te faría a la entendedera;
una conblueça d' otra sienpre tyene dentera.
De DPV:El mensaje está oculto porque el usuario está en tu lista de ignorados.
Te clavo un tenedor en el ojo
y te dejo tonto y retonto.
Me lo decía mi abuelito, de José Agustín Goytisolo:El mensaje está oculto porque el usuario está en tu lista de ignorados.
Me lo decía mi abuelito,
me lo decía mi papá,
me lo dijeron muchas veces
y lo olvidaba muchas más.
Trabaja niño no te pienses
que sin dinero vivirás.
Junta el esfuerzo y el ahorro
ábrete paso, ya verás,
como la vida te depara
buenos momentos. Te alzarás
sobre los pobres y mezquinos
que no han sabido descollar.
Me lo decía mi abuelito
me lo decía mi papá
me lo dijeron muchas veces
y lo olvidaba muchas más.
La vida es lucha despiadada
nadie te ayuda, así, no más,
y si tú solo no adelantas,
te irán dejando, atrás, atrás.
¡Anda muchacho y dale duro!
La tierra toda, el sol y el mar,
son para aquellos que han sabido
sentarse sobre los demás.
Me lo decía mi abuelito
me lo decía mi papá
me lo dijeron muchas veces
y lo he olvidado siempre más.
A escribir, se aprende escribiendo.El mensaje está oculto porque el usuario está en tu lista de ignorados.
muchas gracias, me viene bien el consejo, saludos.El mensaje está oculto porque el usuario está en tu lista de ignorados.
Romance de la doncella guerrera, anónimo:El mensaje está oculto porque el usuario está en tu lista de ignorados.
—Pregonadas son las guerras
de Francia con Aragón,
¡cómo las haré yo, triste,
viejo y cano, pecador!
¡No reventaras, condesa,
por medio del corazón,
que me diste siete hijas,
y entre ellas ningún varón!
Allí habló la más chiquita,
en razones la mayor:
—No maldigáis a mi madre,
que a la guerra me iré yo;
me daréis las vuestras armas,
vuestro caballo trotón.
—Conoceránte en los pechos,
que asoman bajo el jubón.
—Yo los apretaré, padre,
al par de mi corazón.
—Tienes las manos muy blancas,
hija, no son de varón.
—Yo les quitaré los guantes
para que las queme el sol.
—Conoceránte en los ojos,
que otros más lindos no son.
—Yo los revolveré, padre,
como si fuera un traidor.
Al despedirse de todos,
se le olvida lo mejor:
—¿Cómo me he de llamar, padre?
—Don Martín el de Aragón.
—Y para entrar en las cortes,
padre, ¿cómo diré yo?
—Bésoos la mano, buen rey,
las cortes las guarde Dios.
Dos años anduvo en guerra
y nadie la conoció,
si no fue el hijo del rey
que en sus ojos se prendó.
—Herido vengo, mi madre,
de amores me muero yo;
los ojos de don Martín
son de mujer, de hombre no.
—Convídalo tú, mi hijo,
a las tiendas a feriar;
si don Martín es mujer,
las galas ha de mirar.
Don Martín, como discreto,
a mirar las armas va:
—¡Qué rico puñal es éste,
para con moros pelear!
—Herido vengo, mi madre,
amores me han de matar;
los ojos de don Martín
roban el alma al mirar.
—Llevaráslo tú, hijo mío,
a la huerta a solazar;
si don Martín es mujer,
a los almendros irá.
Don Martín deja las flores;
una vara va a cortar:
—¡Oh, qué varita de fresno
para el caballo arrear!
—Hijo, arrójale al regazo
tus anillos al jugar:
si don Martín es varón,
las rodillas juntará;
pero si las separare,
por mujer se mostrará.
Don Martín, muy avisado,
hubiéralas de juntar.
—Herido vengo, mi madre,
amores me han de matar;
los ojos de don Martín
nunca los puedo olvidar.
—Convídalo tú, mi hijo,
en los baños a nadar.
Todos se están desnudando;
don Martín muy triste está:
—Cartas me fueron venidas,
cartas de grande pesar,
que se halla el conde mi padre
enfermo para finar.
Licencia le pido al rey
para irle a visitar.
—Don Martín, esa licencia
no te la quiero estorbar.
Ensilla el caballo blanco,
de un salto en él va a montar;
por unas vegas arriba
corre como un gavilán:
—¡Adiós, adiós, el buen rey,
y tu palacio real;
que dos años te sirvió
una doncella leal!
Óyela el hijo del rey,
tras ella va a cabalgar.
—¡Corre, corre, hijo del rey,
que no me habrás de alcanzar
hasta en casa de mi padre,
si quieres irme a buscar!
Campaniles de mi iglesia,
ya os oigo repicar;
puentecito, puentecito
del río de mi lugar,
una vez te pasé virgen,
virgen te vuelvo a pasar.
Abra las puertas mi padre,
ábralas de par en par.
Madre, sáqueme la rueca,
que traigo ganas de hilar,
que las armas y el caballo
bien los supe manejar.
Tras ella el hijo del rey
a la puerta fue a llamar.
GraciasEl mensaje está oculto porque el usuario está en tu lista de ignorados.