Marcilla 'corteja' al independentismo tras multarle el fisco con 130 millones
Jacobs Douwe Egberts (JDE), la empresa de origen holandés propietaria de marcas como
Saimaza, Marcilla, L'Or Espresso, Senseo Tassimo y Hornimans, se ha caracterizado en los últimos años por
continuas muestras de apoyo al independentismo catalán. El movimiento, sin embargo, no parece una casualidad.
Lo hace en plena pugna con Hacienda, con sus cuentas sometidas a una inspección fiscal, después de haber sido sancionada el año pasado con 130 millones de euros y con su matriz tributando en Luxemburgo.
En 2017 la compañía incluyó ya en su página web a Cataluña como un país de envío para las cápsulas de café de L'Or Espresso. Figuraba de forma independiente a España y con una estelada como bandera adjunta para guía de los consumidores. En ese momento, la empresa aseguró que había sido un error y rectificó al poco tiempo, pero ahora, con el aumento de la tensión política, ha vuelto de nuevo a significarse. Y en este caso la respuesta ante las llamadas al boicot por parte de los consumidores no ha sido la misma.
Todo empezó el pasado fin de semana, cuando Xavier Mitjavila, director general de la filial francesa, una sociedad que consolida sus cuentas de forma conjunta con la española, publicó en su cuenta de Facebook que "España es un Estado fascista". El comentario iba unido al lazo amarillo de apoyo a los políticos presos por rebelión y malversación de fondos públicos y desató un aluvión de comentarios en las redes exigiendo a la compañía que se pronunciara al respecto. JDE envió entonces un comunicado en el que defendía al directivo.
"Las opiniones personales son opiniones personales. Creemos que sentarse a tomar un café o un té puede ayudar al entendimiento mutuo", aseguraba la compañía.
Son movimientos que se producen después de que el grupo haya sido
sancionado con 129,8 millones de euros por la Agencia Tributaria por impuestos pendientes desde el año 2003 hasta 2010. Es una cantidad que ha tenido que pagar tras una condena del Tribunal Supremo correspondiente a los tres primeros ejercicios, pero que, según admite la propia empresa en su último informe anual de cuentas,
"resuelve el fondo de la cuestión planteada en contra de los intereses de la sociedad" y sienta un "precedente".
De hecho, en una entrevista con elEconomista en abril del año pasado, Albert Moncau, director general de la compañía para el Sur de Europa (España, Italia y Portugal), reconocía ya que "se han regularizado todos los pagos", aunque insistiendo también en que se trataba de una situación de la que JDE no es responsable. En 2014, las multinacionales
D. E. Master Blenders (la antigua Sara Lee) y Mondeléz fusionaron sus negocios cafeteros y crearon un grupo con unos ingresos de 5.000 millones de euros y presencia en 100 países, capaz así de disputar el liderazgo a Nespresso, la filial de Nestlé.
Según Moncau, "los impuestos que nos reclamaban ahora corresponden a una situación heredada por un litigio abierto contra Sara Lee". El origen del problema se remonta, de hecho, a inspecciones tributarias realizadas entre 2007 y 2013. Hacienda reclamó una cuota total, junto a intereses de demora y sanciones, por importe de 96,8 millones por el periodo comprendido entre 2003 y 2005; 24,3 millones más por los ejercicios entre 2006 y 2009 y otros 8,7 millones por 2010. La compañía había efectuado ya pagos por dichas actas por importe de 57,9 millones y consignado avales ante la Administración Tributaria por el resto.
Al margen de esta sanción, la filial española está controlada de forma directa por una firma domiciliada en Luxemburgo
-D.E. Holding Luxemburg Sarl- un país que ofrece
numerosas ventajas fiscales frente al resto de Estados miembros de la UE. De hecho, el auditor de sus cuentas,
Deloitte, resalta en su último informe que "la sociedad forma parte de un grupo internacional de empresas con las que mantiene saldos y realiza operaciones por un importe significativo". Desde JDE declinaron este miércoles hacer ningún nuevo comentario a lo ya publicado tras las declaraciones de su director general en Francia contra España.
Activos por 327 millones en el Gran Ducado
La sociedad luxemburguesa D.E. Holding Luxemburg Sarl es accionista única de la filial italiana y española, englobando ésta última además el negocio en Francia. De acuerdo con las últimas cuentas remitidas al Registro Mercantil de Luxemburgo, la firma tenía a 31 de diciembre de 2016 unos activos valorados en
327,9 millones, menos de la mitad que en 2015, cuando tenía registrados por un valor de
728,7 millones de euros. El resultado neto declarado por la firma D.E. Holding Luxemburg Sarl en 2016 fue de
4,3 millones libres de impuestos. Según las cuentas depositadas por la compañía en Luxemburgo, en 2016 la sociedad no pagó impuesto por beneficios. La compañía española, por su parte, obtuvo ese año una cifra de negocio de 202 millones de euros, lo que supone un 13,4% más que un año antes. La empresa declaró unas pérdidas de poco más de 5 millones de euros, una cifra muy parecida a la del año anterior, tras haber pagado impuesto de sociedades por 10,6 millones.