Razonamiento sobre la incompatibilidad del Islam en Occidente
(independientemente de lo que hagan los propios Muslims).
La ley que rige en la sociedad civil Occidental es la Legislación del Estado basada en sus principios Constitucionales.
Cualquier otra Ley, religiosa o no, está subordinada a la Legislación del Estado.
Y solo puede existir si es compatible con la Legislación del Estado.
No puedo, por lo tanto, ser un seguidor del Deuteronomio,
pues me exhorta claramente a apedrear al hijo broncas y nini del vecino.
El Deuteronomio está por tanto implícitamente prohibido.
Y yo tengo que elegir entre descartarlo -renunciando a mi creencia-, o ser un seguidor
de palo -renunciando también con ello a mi creencia-.
No hay seguidores moderados:
o bien aceptas que el Deuteronomio es ilegítimo -y no eres seguidor-,
o bien lo crees legítimo pero lo desobedeces porque la Legislación te obliga -con lo cual tampoco eres seguidor-.
Pero si vas a seguir el Deuteronomio eres radical y delincuente, aunque no tengas huevos para acometer el apedreamiento.
Por lo mismo, no puedo ser un seguidor de la Sharía, pues entonces tendría que combatir a los que
llevan tatuaje, comen cerdo, se tiñen el pelo, soplan la sopa para que se enfríe, se ríen de los pedos de otros, tienen un perro de mascota, visten minifalda, expresan opiniones como la que escribo, etc..
La Sharía, y otros mandamientos Islámicos, están por tanto implícitamente prohibidos.
Y yo tendré que elegir entre no ser Musulman o ser un Musulman
de palo que no acata los mandamientos de su propia religión.
No existen por tanto los Musulmanes moderados, solo existen Musulmanes desobedientes hacia su propia religión.
¿Cuando será el Islam legítimo (y con ello sus seguidores)?. Cuando uno ente en una Mezquita y todo lo que prediquen en ella sea legal y respetuoso son los derechos de los demás y con la Legislación establecida.
Todo esto para llegar a que el Islam es incompatible (e implícitamente ilegal) en Occidente,
y que por tanto no deberíamos tener miedo ni complejo para declararlo Explícitamente ilegal, o al menos, de desobediencia obligada,
al igual que haríamos si una secta se pusiera a seguir el Deuteronomio, y algunos de ellos lo siguieran literalmente.
Llegados a esa conclusión, es fácil ver la paradoja entre la doctrina de Multiculturalidad impuesta en Occidente, y el respeto a la Legislación del propio Occidente.
De esa paradoja -de la necesidad de casar dos cosas incompatibles- surgen las campañas propagandísticas (Podemos, taxistas de twiter, acusaciones de islamofobia, etc),
las distorsiones y ocultaciones por parte de la Administración, surgen las discriminaciones (yo no puedo estar cubierto en un control de seguridad, ni en mi foto del DNI, ni ante la autoridad, ni tengo comida especial en los menúes de los comedores públicos, ni me dejan parar en el tajo cada dos horas a rezar, etc), surgen las concesiones y el borrado de nuestra historia (como cambiar el nombre a nuestro Patrón o esconder su estatua bien hondo en Santiago para que no se ofendan), y en general surge todo el choque de dos culturas incompatibles.
De tal choque surge, inevitablemente, una derecha extrema cuyo objetivo es limpiar la propia casa.
Derecha que no surgiría si nuestros Gestores hicieran cumplir la ley con el rigor deseado, en lugar de tanto Welcome Refuchees, tanta multiculturaidad, tanta tolerancia, ni tanta paguita de integración.
A eso súmale que en nombre del Islam se están cometiendo asesinatos,
, violaciones, o directamente batallas campales (como en Francia todos los años), y ya tenemos el argumento redondo.
No debemos perseguir a las personas, debemos perseguir el Islam.