La Guardia Civil ha actuado de forma muy profesional. Una turba de exaltados nacionalistas gritando, rompiendo coches, dejando la calle como un vertedero y ellos haciendo su trabajo. Si al acabar no podían salir, pues nada, no pasa nada. Se esperan a que los Mossos desalogen y salen. Menudo problema.
Lo más graciosos es que los nacionalistas identitarios éstos creen tener razón, ser unos héroes y representar el futuro de Cataluña. Sólo representan lo más cercano al fascismo que hay ahora en España.
Los nacionalistasindependentistas están en plena efervescencia, subidos de cocaína identitaria, excitados por el soberanismo, borrachos por la causa y su ideología. Por eso no atienden a nada, no pueden razonar, no se les puede pedir que escuchen. Manipulan, mienten, calumnian... ya descaradamente, con un cinismo que asusta, con su revolución de las sonrisas (falsas e interesadas).
Cuando todo esto pase, el delirium tremens será la mayor enfermedad de los nacionalistas. Cuando no quede alcohol,sustancias y medicamentos nazis con el que colocarse.