El chalet de Irene & Pablo responde a un tipología de vivienda unifamiliar aislada en parcela amplia, lo que implica una alta ocupación de terreno y por consiguiente una densidad de población muy baja.
Desde el punto de vista ecológico, este modelo es el más insostenible que existe:
- Al no generar una masa poblacional suficiente, los servicios públicos son difícilmente amortizables. Esto quiere decir que en urbanizaciones de este tipo no suele haber centros sanitarios, ni escolares, ni socioculturales, etc. Como hay poca población en mucha superficie, la inversión pública necesaria para dotar dichos servicios no se ve compensada con el uso que pueda hacerse de éstos.
- Lo mismo puede decirse de los servicios comerciales o de carácter privado. La trama urbana no permite generar un nivel de demanda suficiente para rentabilizarlos, por lo que las dotaciones para usos terciarios o son pequeñas y destinadas a usos muy básicos o sencillamente inexistente.
- Ambos factores provocan además que para satisfacer las necesidades familiares (compras y acceso a demás servicios tanto privados como públicos) se tenga que hacer uso frecuente del vehículo privado en detrimento del público, lo que evidentemente es totalmente opuesto a una movilidad sostenible con el actual modelo energético.
- Otro de los efectos del modelo residencial extensivo es que no favorece la socialización de los habitantes de la zona. Por un lado los espacios comunes y los servicios colectivos suelen ser (como ya hemos visto) muy escasos, lo que no favorece en absoluto la convivencia ciudadana. Por otro lado, dado que la propia vivienda satisface la mayor parte de las necesidades de espacios libres (en este caso tenemos 2.000 m2 de parcela ajardinada y arbolada con piscina) esta tipología arquitectónica fomenta mucho más el individualismo que la socialización.
- La alta ocupación de superficie para poca población resulta invasiva y no favorece la conservación de los ecosistemas, pues la parcelación impide el libre tránsito de muchas especies y el desarrollo de las masas forestales que les sirven de sustento. Una mayor densidad de población, o lo que es lo mismo, una menor ocupación de terreno libera una parte de éste que puede mantenerse en estado natural o destinarse a otros usos como el agrícola (lo cual reduce la huella ecológica del área urbanizada).
- Tambien tiene efectos negativos en cuanto a consumos como los de energía.o agua. Un edificio de esas dimensiones requiere un alto consumo para su climatización, y la parcela ajardinada y la piscina supone un elevado consumo de agua.
En síntesis, el urbanismo sostenible aboga por la construcción en viviendas colectivas o unifamiliares de pequeña parcela de las que resulten unas densidades de población suficientes para garantizar la amortización de los servicios públicos, la rentabilización de los privados y la socialización de los residentes a través del uso de los espacios comunes.
Se genera así una trama combinada de cercanía que reduce los desplazamientos en vehículo privado, genera oportunidades de negocio y empleo, vitaliza los espacios urbanos, libera suelo para otros usos (productivos o naturales) y por la tipología de las viviendas se favorece una mayor eficiencia energética y un menor consumo de agua.
Se huye así del modelo de "urbanización-dormitorio", altamente insostenible, que es al que pertenece la urbanización donde van a vivir Irene & Pablo.