Debate Iglesias aparta a Echenique de la Secretaría de Organización

Iglesias aparta a Echenique de la secretaría de Organización tras el descalabro electoral

El dirigente liderará una nueva comisión de seguimiento de pactos de gobierno

Ana Marcos 4 JUN 2019 - 23:58 CEST
Echenique, el pasado mes de mayo en el Congreso de los Diputados.Ampliar foto
Echenique, el pasado mes de mayo en el Congreso de los Diputados. Uly Martín
Pablo Iglesias aparta a Pablo Echenique de la secretaría de Organización de Podemos. El secretario general comienza la reestructuración de la dirección del partido y limita con esta decisión las tareas del que desde 2016, cuando asumió el cargo, ha sido uno de sus compañeros más fieles. El movimiento se produce tras la pérdida de más de un millón de votos en las elecciones generales y casi 900.000 en las autonómicas y municipales y a la espera de la negociación de una coalición de Gobierno con el PSOE.

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Echenique no abandona la formación, se mantiene como diputado en el Congreso y encabezará la secretaría de Acción de Gobierno e Institucional. Este organismo formará una comisión —que también liderará el dirigente— encargada de gestionar los acuerdos de Gobierno a distintos niveles institucionales, incluida una previsible negociación con el equipo de Pedro Sánchez.

La decisión se formalizará este jueves en una reunión de la Ejecutiva de Podemos. Hasta entonces, cuando se pronuncie Iglesias, fuentes del partido justifican la decisión alegando que las nuevas competencias de la secretaría de Acción de Gobierno e Institucional tendrán “gran protagonismo”. “No es realista que una misma persona se ocupe de tareas de negociación y de la Organización”, aseguran a EL PAÍS desde la cúpula del partido. La formación se afana en mostrar que la relación entre Iglesias y Echenique sigue siendo buena y que trabajarán juntos en los pactos de Gobierno.

Echenique ocupó la secretaría de Organización en abril de 2016, un mes después de que Sergio Pascual, el primer dirigente en ocupar el cargo, fuera fulminado por Iglesias. Entonces, el líder de Podemos fue muy duro con el trabajo de Pascual, cercano a Íñigo Errejón. Le culpó de “una gestión deficiente cuyas consecuencias dañaron gravemente” al partido. Por el momento, Iglesias no ha valorado la trayectoria de Echenique. Al día siguiente de las elecciones del 26-M se limitó a justificar la pérdida de casi un millón de votos argumentando que la estructura territorial de Podemos era débil.

La relación entre Iglesias y Echenique comenzó en la primera Asamblea de Podemos —Vistalegre I, en 2014— en la que ambos se enfrentaron por la secretaría general. Iglesias ganó la batalla a la corriente anticapitalista que por entonces lideraba Echenique con Teresa Rodríguez, ahora líder en Andalucía. Tras la salida de Pascual, en un medido golpe de efecto para frenar la oposición que esta familia siempre ha ejercido al liderazgo de Iglesias, el secretario general colocó a Echenique en la secretaría de Organización y como número tres, solo por detrás de Errejón.

Debilidad territorial

En los últimos cuatro años, Podemos ha gobernado en las principales capitales del país en coaliciones como Ahora Madrid y Barcelona en Comú, pero no han construido los cimientos de la formación a nivel municipal. La consecuencia ha sido que mientras a escala estatal se consolidaba la coalición con IU en Unidas Podemos, en muchos municipios concurrieron a las elecciones por separado disminuyendo sus posibilidades. Ni Echenique ni otros miembros de la Ejecutiva del partido han dedicado esfuerzos para reestructurar una organización que en las municipales de 2015 no presentó candidaturas propias. En el caso de las autonómicas, o se presentó con su marca o apoyó a las confluencias que en esta última cita electoral no han resistido la remontada del PSOE, principal aglutinador del voto de izquierda.

Tras la reunión de la dirección de Podemos este jueves, Echenique asistirá, dentro de sus nuevas responsabilidades, a un encuentro con los candidatos autonómicos que son decisivos para formar gobiernos, como en Canarias o Baleares. En esta cita estará acompañado por Iglesias. Posteriormente, los dirigentes y los líderes territoriales acudirán al Consejo Ciudadano Estatal donde el líder de Podemos analizará los resultados de las cuatro citas electorales y se enfrentará a la disidencia interna que arrecia desde que se produjera la caída en las urnas.

Hasta la noche del martes, la dirección de Podemos se había replegado a la espera de que Sánchez realizara el primer contacto para iniciar la negociación de un posible Gobierno de coalición progresista. Con esta decisión, Iglesias prepara la reorganización del partido para situar a sus cuadros más cercanos al frente del diálogo con los socialistas. Al mismo tiempo que promueve a los dirigentes que, si se cumplen sus expectativas, se integrarán en un Ejecutivo de equipos mixtos con miembros de Unidas Podemos y el PSOE en ministerios y otras administraciones.

Iglesias mantiene su apuesta de coalición desde el pasado 28-A. Mientras la oposición interna liderada por la delegación andaluza le reclama que acuerde únicamente un pacto de programa y controle a Sánchez desde la oposición, el líder de Podemos insiste en entrar en el Gobierno. La duda ahora es qué lugar ocupará Echenique. Si, como es previsible, se mantendrá como diputado y líder de las negociaciones, o seguirá al lado de Iglesias.





Como Stalin a Troski.

Al final todo el mundo es responsable del descalabro de Unidas Mugremos menos el marqués chepudo y la coneja proletaria.


Menuda chusma

Van cayendo