Stallone también dijo que Nighthawks «era una película todavía mejor antes de que el estudio perdiera la fe en ella y la cortara en pedazos. Lo que había en las escenas eliminadas eran extraordinarias actuaciones de Rutger Hauer y de Lindsey Wagner y el final era un baño de sangre que rivalizaba con el de Taxi Driver. Pero era un baño de sangre con propósito».