En la Edad Media, la prisión no era ni de lejos el peor método de castigo. Había increibles y maquiavélicos modos e instrumentos de tortura que podían hacerte sufrir y sufrir mientras pasaban los días.
1.- Desgarrador de Senos
El desgarrador de senos es un instrumento de tortura con forma de tenaza acabado en cuatro afiladas puntas, utilizado ya durante el Imperio romano y posteriormente por la Inquisición en Europa. La tortura consistía en aplicar las cuatro puntas estando al rojo vivo o frías sobre los senos, desgarrándolos.
Los lugares donde más uso se hizo, aunque en diferentes épocas, fueron algunas regiones de Francia y Alemania hasta el siglo XVIII. Aplicado durante varios siglos, un número indeterminado de mujeres que fueron condenadas por delito de herejía, blasfemia, adulterio, aborto provocado, otros “actos libidinosos”, magia blanca erótica y algún delito más, padecieron este tormento en sus senos.
2.- La Tortura del Agua
Se ataba a la víctima con un alambre de espino y se le tapaba la boca con trapos para que no pudiese vomitar, por medio de unos tubos se le introducía por los conductos nasales agua hasta que su estómago estuviese a punto de explotar, al hincharse el abdomen los alambres de espino se clavaban en el cuerpo, el forcejeo causado por el agudo dolor de sentir como tu estómago está apunto de explotar causaba que el alambre de espinos se te clavara en muñecas y tobillos. Pero esto no era todo, ya que una vez hinchado los torturadores le empezaban a pegar patadas y saltar encima hasta que el estómago explotara y causara la muerte.
3.- La Cuña
Se obligaba a la víctima a sentarse sobre una cuña de metal extremadamente afilada, el peso del cuerpo unido al de las cadenas y bolas pesadas que se le ataban a los tobillos causaban que se fuera clavando el metal en el cuerpo hasta que causaba la muerte, normalmente por desangramiento aunque en algunos casos si el cuerpo se torcía podía incluso amputar una extremidad.
4.- Descuartizado por Caballos
Se ataba una cuerda a cada extremidad del prisionero y a su vez el otro extremo de la cuerda a un caballo, de este modo un caballo estiraría un brazo o una pierna, en un momento determinado se fustigaba a los cuatro caballos que tiraban con fuerza de la cuerda arrancando literalmente la extremidad del torturado. Esta era una ejecución pública que se solía emplear para asesinatos o intentos de asesinato a la realeza u otros nobles. Era una de las ejecuciones preferidas de la época.
5.- La Doncella de Hierro
Un sarcófago con un interior lleno de clavos estrategicamente colocados para no causar la muerte del prisionero. Las afiladas puntas se clavaban en partes blandas y puntos no vitales para que el sufrimiento fuera el máximo posible. El sarcófago de la imagen fue utilizado en 1515, el ejecutado sufrió terribles dolores durante dos días y eran continuos sus lloror y gritos de dolor durante ese tiempo. Las perforaciones que sufrió iban desde brazos y piernas en varios puntos hasta otros más delicados como el abdomen, hombros y el más espeluznante de todos, los ojos.
6.- La Gota China
Consistía en inmovilizar a un reo en de cúbito supino (tumbado boca arriba), de modo que le cayera sobre la frente una gota de agua fría cada 5 segundos. Después de algunas horas, el goteo continuo provocaba daño físico en su piel (similar a las yemas de los dedos luego de un baño de inmersión). Pero la verdadera tortura para la víctima era la locura que le provocaría el no poder dormir, debido a la constante interrupción de las gotas, ni tampoco poder beber esa agua cuando la sed atacara, con lo cual a los pocos días sobrevenía la defuncion por paro cardíaco.
7.- Cinturón de San Erasmo
Consistía en un collar, cinturón o brazalete provisto de pinchos en la cara interior y que se le pone al reo. Con cada pequeño movimiento (incluso la respiración) el collar araña e hiere la carne. El proceso de tortura es progresivo: en primer lugar, un dolor lacerante. Posteriormente se produce la infección, tras la cual se llega a la putrefacción y tras ésta, una gangrena que puede causar la defunción. El torturador puede añadir, a su criterio, gusanos carnívoros en las llagas que se introducen en la carne royendo hacia el interior.
8.- La Pera
Dependiendo del género del torturado la pera era introducida por el ano o la vagina, una vez dentro de tu cuerpo se giraba una manivela que abría el artilugio en tu interior causando un dolor insoportable, además de la expansión el objeto tenía en su punta unos clavos se clavaban en el interior de la víctima.
9.- El Machacador de Cabezas
Un utensilio en el cual introducían la cabeza del prisionero y mediante un rodamiento le apretaban la cabeza por arriba, mientras que por abajo estaba el tope con su barbilla. Los dientes estallaban o se iban clavando en los huesos de la mandíbulas, los ojos se salían de sus cuencas debido a la presión cuando el cráneo se rompía y finalmente podía incluso salirse el cerebro por los oídos.
10.- La Rueda
A la víctima normalmente desnuda se le ataban las articulaciones al suelo, las fijaban por medio de unas maderas y se le iban destrozando los huesos de estas uno por uno con la brutal rueda de hierro, cuando todos los huesos eran papilla únicamente mantenida por la carne y la piel que los envolvía se le ataba a la rueda para ser expuesto a la muchedumbre, durante días se sobrevivía entre grandes dolores.
11.- Toro de Falaris ( @
Jonin y @
Terio )
Uno de los dispositivos de tortura más populares de todos los tiempos. El toro de Falaris lleva su nombre por Falaris, uno de los más terribles tiranos de Sicilia. Falaris pidió que le construyeran un nuevo y eficaz instrumento para la tortura y el asesinato, siendo Perilous el griego quien no tardó en complacer al tirano. El flamante dispositivo constaba en un enorme toro de bronce puro, dentro del cual cabía una persona. El toro tenía una entrada que sólo podía abrirse desde afuera, unos orificios en la nariz y otros en los ojos de la imagen, dentro se colocaba a la víctima y debajo del toro se hacía una inmensa fogata que quemaba viva a la víctima. El toro se calentaba y se enrojecia, salía humo por los orificios de la nariz y un color rojo brillaba siniestramente en los orificios de los ojos. Según se cree, el primero en caer dentro del toro de Falaris fue Perilous el griego, condenado por el propio Falaris. (Curiosidad: cuando estaba en medio de La Plaza, los gritos de la víctima se asemejaban a los mugidos de una vaca.)
12.- La cuna de Judas ( @
Gravesin )
Consiste en una pirámide puntiaguda, sobre la cual se alza a la víctima para después dejarla caer una o varias veces, de modo que la punta topara con la zona genital o anal con mayor o menor presión dependiendo de cómo evolucionara la confesión.
Era utilizado en Europa en tiempos de la Inquisición siendo conocido con el mismo nombre (alusivo al apóstol traidor) en inglés (Judas Cradle; también, Judas Chair), alemán (Judaswiege) e italiano (Culla di Giuda). También es conocido con el nombre de Vigía (en portugués), Veglia (en italiano) o Veille (en francés), es decir, «vigilia», pues el condenado era dispuesto de tal manera que si se dormía y relajaba el cuerpo, caía sobre la punta hiriente del instrumento.
También se atribuye su uso, con algunas 'mejoras' (adición de electricidad, añadidura de cinturón), a las dictaduras militares hispanoamericanas del siglo XX.
Se atribuye su invención al jurista boloñés Ippolito Marsili (1450-1529).
13.- El Potro ( @
Dekkai )
El potro o ecúleo era un instrumento y un método de tortura en el que el acusado era atado de pies y manos a una superficie conectada a un torno (el potro). Al girar, el torno tiraba de las extremidades en sentidos diferentes, usualmente dislocándolas pero también pudiendo llegar a desmembrar.
Sin embargo, el método de tortura del potro usado por la Inquisición Española fue diferente ya que consistía, según Henry Kamen, en atar al prisionero "fuertemente a un bastidor o banqueta con cuerdas pasadas en torno al cuerpo y las extremidades, que eran controladas por el verdugo, que las iba apretando mediante vueltas dadas a sus extremos. Con cada vuelta las cuerdas mordían la carne atravesándola.
14.- El Tormento de la Rata ( @
Johan Soderqvist )
Sobresalía por su refinamiento. También fue utilizado por la Inquisición, pero su existencia se conoce desde los tiempos de la antiguo China. Consistía en colocar una rata sobre el abdomen del torturado, encerrada en un jaula abierta por abajo, mientras los verdugos la hacían rabiar con palos ardiendo, de forma que el animal tenía que buscar una salida y a mordiscos abría un túnel en las tripas del condenado, llegando, a veces, a salir por otro lado del cuerpo.
15.- Taburete Sumergible ( @
Johan Soderqvist )
Utilizado principalmente en mujeres acusadas de brujería. La silla era sumergida bajo el agua quedando la persona torturada inmovilizada bajo el agua sin poder respirar, el inquisidor decidía cuanto tiempo debía permanecer el torturado o torturada sumergido, el proceso solía repetirse hasta que el torturado moría ahogado o confesaba, caso en el cual se ejecutaba al acusado ahorcándole o en la hoguera más tarde.
16.- Waterboarding ( @
Dekkai )
El “waterboarding” o “ahogamiento simulado” consiste en vaciar agua directo al estómago de una persona que se encuentra recostada, provocándole una sensación “virtual” de asfixia pero no produce la muerte ni daños físicos. Una variación similar es la arrojar agua a un sujeto amarrado, que tiene la cara cubierta con un trapo o tela. A medida que la tela se va humedeciéndose, se ajusta a la cara del sometido, y pronto comienza a generarle una angustiante sensación de asfixia. El “éxito” de este método es que no deja ninguna secuela o marca pero produce un enorme sufrimiento físico y psicológico en el prisionero.
17.- El Escafismo ( @
Kolodio )
En inglés Scaphism, también conocido como el método de tortura de la artesa o de la barca , se supone fue un antiguo método de ejecución practicada por el Imperio Persa en el año 401 A.C. diseñada para infligir una muerte por tortura y que fue descrito por los archienemigos de los Persas, los Griegos. El nombre proviene del griego σκάφη, skáphe, que significa "vaciado". Este consistía en meter a la víctima en un cajón de madera con cinco agujeros por los cuales sacaba la cabeza, las manos y los pies. Los verdugos untaban estas partes del cuerpo con leche y miel para atraer a ellas a las moscas y otros insectos. El individuo que sufriría la condena era anteriormente alimentado con estos alimentos, algunas veces estando en mal estado. Ésto provocaba diarreas en la persona, lo que atraía a muchos insectos que empezaban a alimentarse de las heces del condenado, para luego ir ingresando en el ano de este y, por consiguiente, a dejar sus huevos dentro de él. Por lo que esa persona se convertía en comida para insectos y moría al cabo de unos días.
Plutarco comenta en su obra Vidas Paralelas:
Mandó el rey Artajerjes II, pues, que a Mitridates se le quitara la vida, haciéndole morir enartesado, lo que es en esta forma: tómanse dos artesas hechas de madera que ajusten exactamente la una a la otra, y tendiendo en una de ellas supino al que ha de ser penado, traen la otra y la adaptan de modo que queden fuera la cabeza, las manos y los pies, dejando cubierto todo lo demás del cuerpo, y en esta disposición le dan de comer, si no quiere, le precisan punzándole en los ojos; después de comer le dan a beber miel y leche mezcladas, echándoselas en la boca y derramándolas por la cara: vuélvenle después continuamente al sol, de modo que le dé en los ojos, y toda la cara se le cubre de una infinidad de moscas.
Como dentro no puede menos de hacer las necesidades de los que comen y beben, de la suciedad y podredumbre de las secreciones se engendran bichos y gusanos que carcomen el cuerpo, tirando a meterse dentro. Porque cuando se ve que el hombre está ya muerto, se quita la artesa de arriba y se halla la carne carcomida, y en las entrañas enjambres de aquellos insectos pegados y cebados en ellas. Consumido de esta manera Mitridates, apenas falleció el decimoséptimo día.