El pasado 3 de febrero sobre las 19:30 horas, un concejal se había quedado trabajando en el Ayuntamiento de Vegas del Genil (Granada).


«Hacía un frío anormal en el Ayuntamiento. Me puse el abrigo y fui al baño.
Entonces empecé a escuchar ruidos extraños en el fondo del pasillo, como si alguien estuviera arrastrando una caja de folios. Enseguida grité ¡José Miguel! pensando que era el ordenanza. Pero el ordenanza hacía rato que no estaba en el ayuntamiento», relata a IDEAL el edil.


Temió que hubieran entrado ladrones y cogió su móvil, para llamar a la Policía, pero le dio miedo encender la luz. «No tengo linterna en el móvil y encendí la cámara de fotos del teléfono, hice una foto en el pasillo para que saltara el flash, y me quedé tranquilo porque no había nadie, no vi nada»,

Al volver a su despacho, miró la fotografía que había hecho y se quedó asombrado: «Entré en estado de pánico». Y es que la foto de su móvil mostraba lo que parece ser una niña pequeña en la oscuridad del pasillo. «Me encerré en el despacho, no era capaz de salir. Avisé por el grupo de whatsapp del gobierno, donde, como era de esperar se lo tomaron a broma», continua. Otro edil, a ver que su compañero estaba alterado de verdad se acercó al ayuntamiento. «Me encontró blanco como el papel». Salieron de allí tratando de bromear para quitarle hierro al asunto.


Al día siguiente lo comentaron con una empleada y no le hizo ninguna gracia. Al parecer, este no era el primer fenómeno que ocurría en el ayuntamiento. «Otras compañeras han sentido fenómenos extraños y también hay inquietud por el inexplicable frío que hace en el salón de plenos, a pesar de que ponemos dos bombas de calor a 30 grados. Llamamos a los técnicos y dicen que no está averiadas».

Otro concejal decidió contactar con una experta en este tipo de fenómenos y el miércoles siguiente se organizó una sesión para sacar esas «presencias» del Ayuntamiento.

«Esto siempre me ha parecido una gilipollez. Soy escéptico, no creo en absoluto. Cuando veo en la tele esos programas paranormales los quito enseguida no porque me den miedo sino porque me parecen una tomadura de pelo. Pero tengo que admitir que me cagué de miedo. Esto es surrealista, muy delicado, parece un chiste pero te aseguro que no tiene ni puñetera gracia», comenta a IDEAL el edil que hizo la foto y que prefiere no revelar su identidad. «Me van a tomar por loco», asume. Tras la sesión, la experta en reiki le envió un mensaje agradeciéndole que hubiera 'descubierto' esa presencia de la niña. «Aún estoy sobrecogido. Me decía, gracias porque le has dado la oportunidad de hacer su viaje», ilustra, con toda la seriedad del mundo.

«Junto a la niña en esa foto había una entidad más densa que es la que provocaba a la gente esa sensación de miedo, una esfera, un ser que nos acompaña cuando nacemos», rememora. La experta en reiki cree que en el Ayuntamiento «tuvo que haber un colegio y la nena se quedó ahí». «Hay cosas que no se pueden explicar, hay que verlas y sentirlas», justifica. Lo que asegura es que cuando terminó «hubo un cambio brutal de temperatura» en la habitación, que todos pudieron notar.